martes, 23 de abril de 2013

Un año más sin celebrar el día del libro

El alcalde se olvida un año más de celebrar el día del libro 

Este año no solo no se celebra sino que la ocurrencia ha consistido en programar un taller de pintar camisetas

Al tiempo que el Ayuntamiento negaba a unos jóvenes programar un recital de poesía


El 23 de abril es la fiesta de Castilla y León y los leoneses la viven con cierta indiferencia, ya que solo una pequeña minoría acude a los festejos que se programan en Villalar, pero también es el día del libro, aunque en Valencia de Don Juan nunca se programen actividades.

Los socialistas entendemos que una de las misiones principales de los poderes públicos ha de ser promover el acceso a la cultura e inculcar el gusto por esta en todas sus manifestaciones a toda la población y especialmente a los más jóvenes. Siendo una de las principales la literatura, no entendemos como un año más se desprecie la fecha del 23 de abril y pase inadvertida para Martínez Majo y su equipo de gobierno, que no han programado ningún evento en la localidad para conmemorarlo, salvo un esperpéntico, por la fecha escogida, taller de pintura de camisetas.

Es triste que además jóvenes del instituto se encontraran con la negativa del Equipo de gobierno del PP a dejarles utilizar el salón de actos de la casa de la cultura, donde pretendían realizar un recital de poesía, alegando que abrirla en un día festivo conllevaría pagar el sueldo un día más a un trabajador, argumento grotesco cuando el Ayuntamiento pretende gastar cerca de un millón de euros en una piscina con olas.

Los socialistas denunciamos la escasa programación cultural que existe en la localidad y la poca implicación que muestra el equipo de gobierno cuando se le plantean iniciativas tan interesantes como la de nuestros jóvenes del instituto. Por tanto, proponemos que, en el próximo año, desde el Ayuntamiento se tome en serio el día 23 de abril y se programen actividades durante todo el día, que pueden variar desde cuentacuentos, recitales, presentaciones de libros,... hasta otras como rastrillos de libros usados o incluso sembrar el pueblo de textos, como hacen en otras localidades, pues nada está inventado, para que los vecinos puedan celebrar algo el día de la comunidad.

martes, 9 de abril de 2013

Tribuna Diario de León


Publicado en el Diario de León, 9 de abril de 2013
Olas de un mal sueño

Decía Juan Carlos Mestre que “corren malos tiempos para los sueños, y cuando corren malos tiempos para los sueños, corren malos tiempos para las personas”. Y lo de la piscina con olas es un sueño del alcalde coyantino. Irreal y costoso, sí; pero un sueño al fin y al cabo. Y, como corren malos tiempos para las personas, es una afrenta al ciudadano. Al menos lo es al contribuyente, que, en paro o no, lo que menos anhela es que le suban la cuota del polideportivo para enfundarse el traje de neopreno, agarrar la tabla de surf, repeinarse el flequillo y subirse a la ola.

Los vecinos no vivimos aislados en una isla de prosperidad sino que estamos inmersos en la gran recesión al igual que el resto de conciudadanos de este país. La primera medida de Majo en esta legislatura fue subirse sus asignaciones hasta los 1.800 € mensuales. Fue posible porque, contando con mayoría absoluta, creó la Comisión de Coordinación de Concejalías Delegadas, un órgano prescindible, sueño de líder mesiánico que reúne a su Equipo de Gobierno formalmente, sin asistencia de ningún funcionario municipal y por tanto sin capacidad de decisión alguna, para tratar temas trascendentes, por poner un ejemplo, como “la alarma social creada por las declaraciones de un miembro del Comité de empresa”. Esta onírica Comisión cuesta cada año 16.800 €.

Al confeccionar sus retribuciones en base a asistencias a órganos colegiados, Majo consigue compatibilizarlas con las que percibe como procurador en las Cortes de Castilla y León, institución de la que cobró el pasado año 16.707 €. Como parlamentario votó en contra de prorrogar las ayudas a las Escuelas de música y a los usuarios de la guardería, servicios municipales que los vecinos disfrutan todo el año.

Además de subirse el sueldo, Majo ha optado por subir todas las tasas y precios públicos habidos y por haber, y no ha tenido ni un solo detalle con las familias que menos recursos tienen, que cuentan con sus miembros en paro o que peor lo están pasando, llegando al extremo de priorizar en el empleo público a los más afines respecto a los más capacitados o más necesitados.

En este contexto inenarrable, con esta trayectoria, en definitiva, con la que está cayendo, es un insulto a estas familias y a los vecinos en general invertir 870.000 € en una piscina con olas, cuando, por poner dos ejemplos llamativos, el Colegio Público no tiene Conserje o la Policía Local cuenta con tan solo tres efectivos (Astorga, con el doble de población, tiene 19).

No creo que señalar carencias básicas que tiene nuestro municipio o apelar a la sensatez a la hora de priorizar las inversiones públicas sea demagógico. Es un argumento poderoso para oponerse al sueño de tener olas en una piscina, pero hay más dudas que rodean al proyecto: ¿Cuántos visitantes más puede absorber el polideportivo si la crisis económica persiste? ¿Y si la coyuntura económica cambia y la gente acude menos a los pueblos de la zona de vacaciones y más a destinos del litoral? ¿Cuántos usuarios acuden al reclamo de los juegos acuáticos y cuántos lo hacen para hacer deporte o, sencillamente, para descansar sobre el césped?

No es la primera ni la única vez que los socialistas nos hemos opuesto a inversiones desatinadas o fantasiosas, como aquella de construir dos lagos artificiales a orillas del Esla, amenazados permanentemente por las crecidas, que lejos de alumbrar la Escuela de pesca parecen más un criadero de ranas; o la del “Mirador de la Condesa” de más de 600.000 €, edificio que se ha utilizado tres días cada año con motivo de las ferias. Viendo este conjunto, es cabal rechazar gastarse 242.000 € en una especie de carpa permanente que se ubicará bajo la espada de Damocles del indómito caudal del Esla y que, en principio, se usará también tres días al año.

Lo que sí tenemos claro los concejales socialistas en Valencia de Don Juan es la dramática situación del entorno social y económico. Y nuestros principios e ideas, que no las cambiamos por la comodidad personal. Para nosotros sería más sencillo decir sí a todo lo que propongan el Alcalde o nuestras jerarquías del partido. Pero no lo vamos a hacer sumisa e incondicionalmente cuando de cambiar principios o compromisos programáticos se trate, aunque nos conlleve problemas o acabemos mal.

Corren malos tiempos para las personas, por lo que corren malos tiempos para dilapidar más de un millón de euros en dos proyectos que ni los ciudadanos demandan ni repercuten directamente en mejorar su situación económica ni su calidad de vida. Aunque con ellos algún político cada vez más alejado de la realidad pueda ver cumplidos sus sueños.

Artículo de opinión de Jorge Mateos Álvarez publicado en el Diario de León, el 9 de abril de 2013