Ramón J. Sender
En estos días festivos, tras suculentas cenas entre compañeros y/o familiares, largas noches de jolgorio y mañanadas en la cama, al levantarse no hay nada mejor que leer unas horas al calor de una chispeante lumbre.
Eso hice uno de los pasados. Como no disponía de mucho tiempo, recurrí a una corta novela que localicé en una de estas colecciones que regalan los periódicos. Y resultó ser Réquiem por un campesino español, de Ramón J. Sender.
Es una obra sencilla de leer y más de entender. Cuenta la vida de una pequeña aldea campesina de Aragón en la que nace un joven llamado Paco, que luego recibirá como apodo 'el del molino'. En su infancia, este niño ayuda en sus labores a Mosén Millán, el cura del pueblo, hasta que un día acuden a dar la extremaunción a un pobre vecino que vive en un miserable barrio cavernícola. Es entonces cuando comienza a brotar el pensamiento crítico de Paco.
Al llegar la República, el padre de Paco es elegido concejal, puesto al que renuncia al deberse repetir los comicios y que será ocupado por el recién casado Paco. Éste tiene como objetivo acabar con la obligación de contribuir a un conde desconocido por el uso del monte, lo que molesta enormemente a los 'privilegiados' del pueblo.
Tras el golpe militar, en el pueblo se suceden las matanzas y paseos a cargo de los sublevados. Paco el del molino se esconde, y será el cura quien engañe a su familia para descubrir su paradero. El final, que es el principio de la novela, es claramente previsible.
La novela, pues, no pretende destacar ni en la forma ni en su contenido, pero es tan directa y de una sencillez tan marcada, que impresiona. Recoge a la perfección uno de tantos miles de casos que a lo largo de toda la geografía española sucedieron en nuestro más ominoso acontecimiento histórico.
Javier Revilla Casado
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