Sobre el «Himno de Coyanza» (III)

«NO» en 1985

Como anticipamos, inmediatamente a la publicación de aquella propuesta de Bernardino Gago se sucedieron algunas respuestas claramente opuestas al cambio de letra del himno de Valencia de Don Juan. Veámoslas en resumen.

Manolo (ESLA nº 43-44, en el que por error aparece como "Juanjo"): con fecha 30-08-1985 dice "Si yo quiero hacer un himno a Coyanza creo que nadie me lo pueda impedir hacerlo; pero jamás yo, modificaré el que tiene, ya que su letra y música, melodiosa, sensible, afectuosa y sentida por el pueblo, considero que el que hizo su letra merece un cariño y respeto como persona y como muerto, porque sentía y amaba de todo corazón su Patria Chica y por escribir la Sinfonía de Coyanza, considero que tiene un gran valor y mérito, debiéramos estar muy orgullosos, sentir gran afecto y tener hacia este Hijo del Pueblo un Recuerdo y darle parte de calle donde vivía y murió el nombre de Ilmo. Sr. Don Teófilo García Fernández".

Miguel Ángel Millán Abad (ESLA nº 43-44): declara su "rotunda disconformidad" con la modificación de la letra del himno por no respetar "los sentimientos religiosos del autor, lo que ya supone una desvirtuación", considera una descalificación que se diga que el autor lo escribió a vuela pluma y concluye que la obra "ya forma un monumento músico literario del pueblo y formando una joya más de sus tradiciones lo debemos respetar".

J. Antoio Pérez Perelétegui (ESLA nº 43-44): desde Madrid pide el 03-09-1985 "no dejéis que nadie toque el Himno a Valencia, el de siempre, el de D. Teófilo, el entrañable himno que tantos coyantinos se saben de memoria y que, si alguien decide cambiarle, nadie va a cantar jamás, porque los himnos sólo los cantan los mayores y la gente de hoy no le interesa lo que el himno diga".

Félix Salán Paniagua (ESLA nº 45): por medio de una carta fechada el 7 de noviembre de 1985, considera que don Teófilo nunca daría su placet para modificar su himno. Para rechazar el cambio argumenta diciendo que existen "numerosas obras arquitectónicas, literarias, de pintura, etc. que van ligadas a determinados hechos históricos y según la posición política de sus autores. Pues bien, esas obras pertenecen a la Historia..." Indica finalmente que si Bernardino "propusiese un texto por completo original suyo (...) en ese caso tendría que ponerme a pensarlo".