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Tras citar y reseñar aquel debate que infructuosamente trató de abrir Bernardino Gago Pérez en 1985, creo neceseario exponer mi postura personal a cerca del tema.
Tras citar y reseñar aquel debate que infructuosamente trató de abrir Bernardino Gago Pérez en 1985, creo neceseario exponer mi postura personal a cerca del tema.
Rotundamente creo necesario, imprescindible, exigible desde diversos puntos de vista, la sustitución de la letra del, hasta la actualidad, "himno oficial de Valencia de Don Juan".
Han pasado 69 años desde el final de la Guerra Civil, 30 desde la instauración de la actual democracia. ¿Se puede mantener un himno con las características de este? ¿Hay que seguir conservando nuestro particular Cara al sol? Desde luego que no.
No son tolerables las exaltaciones belicistas, franquistas y catolicistas que contiene el texto, no en una España democrática, constitucional, parlamentaria, aconfesional, miembro de la Unión Europea y de las Naciones Unidas.
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Con la aprobación el año pasado de la conocida como "Ley de memoria histórica" (LEY 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura) este himno puede ser considerado ilegal, ya que incumple el artículo 15 (sobre símbolos y monumentos públicos) de la citada ley:
1. Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura.
Aun con ello, no debería ser necesario apelar a la ilegalidad o inconstitucionalidad del texto. Sencillamente deberíamos aplicar el sentido común o la razón, como ya dijo Bernardino Gago, viendo así la carencia absoluta de argumentos para mantenerlo.
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Sobre el respeto al autor, o la falta de, bien sencillo. Nadie aceptaría hoy que el Ayuntamiento hiciese oficial cualquier elemento, símbolo o signo que un vecino, por bienintencionado que sea, le ofrezca sin más, y menos aún si va en contra de una parte de los ciudadanos. Pero también, por otra parte, no se puede respetar a quien, de partida, no respetó a una parte de sus propios conciudadanos logrando que se aprobasen unas estrofas contra ellos mismos.I
Los tiempos hoy, afortunadamente, han cambiado. La derecha política española no se considera heredera del Franquismo y debiera ser la principal interesada en sustituir los elementos que no favorecen la reconciliación entre españoles. Así se entiende que haya sido el PP quien, acertadamente, haya modificado el nombre de la Plaza Mayor que hasta su llegada al poder se venía denominando como del Generalísimo. En esa misma línea yo invito desde aquí al actual Equipo de Gobierno de nuestro Ayuntamiento a que inicie el proceso de sustitución del himno de Teófilo García Fernández.
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Javier Revilla Casado.
Javier Revilla Casado.
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