Desde el PSOE convocamos a los bercianos al Palacio de los deportes del Toralín, donde más de 4.000 personas hicieron que se quedara pequeño.
Fueron los primeros oradores, Miguel Martínez, Amparo Valcarce y José Antonio Alonso quienes desgranaron las distintas iniciativas que han revertido el decadente proceso histórico de León tanto en infraestructuras, en creación de empleo como en la adopción de medidas sociales de gran calado que mejoran la vida de todos los ciudadanos.
Y, por fin, Alfonso Guerra de manera brillante clausuró el mitin. Durante su aplaudida intervención subrayó la “deslealtad” del Partido Popular con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en materia antiterrorista, ya que el PP “nunca ha hecho una manifestación contra ETA, sino contra José Luis Rodríguez Zapatero”.
Refiriéndose a la política social, dijo que "Zapatero ha hecho una política osada y atrevida pero racional”, al tiempo que reconoció que “todavía existen problemas, pero que no se pueden resolver en cuatro años”, entre los que citó al terrorismo.
Respecto a la inmigración, Alfonso Guerra señaló que "hoy España es un país de inmigrantes” y que "a veces a los inmigrantes españoles se les ha tratado mal en Europa, lo que nos causaba indignación", por lo que pidió "respeto para los extranjeros asentados en el país." Al mismo tiempo, dijo que “si se van todos los inmigrantes, España se paralizaría en varios sectores donde tienen gran presencia." Recordó que hoy por hoy los inmigrantes “están pagando las pensiones de un millón de españoles”.
Al referirse a la educación, se mostró “satisfecho” de que Zapatero haya aumentado un 93% el dinero que se destinaba a este pilar del Estado del Bienestar, frente a la política anterior del PP. No quiso acabar su alocución sin dar otro dato significativo: "en ocho años de gobierno ‘popular’ se destinaron 130.000 euros para comprar libros y Zapatero, en cuatro años, 20 millones”.
Guerra finalizó su intervención apelando enérgicamente a la ciudadanía para que acuda masivamente a votar el próximo 9 de marzo. “La gente de derechas es de ideas claras y votan siempre al PP, esté quien esté, y cada cuatro años le dan a las monjas de clausura un día libre para que vayan a votar”. La izquierda, sin embargo, “es más exigente”. “Si creéis en este proyecto y os entra frío en la espalda al saber que puede ganar el otro, tenéis que votar, y tenéis otra obligación, llevar a todos los que podáis a votar”. Y es que “si llegamos al 80 por ciento de participación, vamos a tener unos resultados que van a dejar a la derecha en el último pupitre del colegio. La papeleta es un arma cargada de futuro”, añadió.
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