Se puede decir que hemos entrado ya en la campaña electoral aunque teóricamente nos encontremos todavía en precampaña. Y quiero hacer un poco de historia de otras elecciones (que es lo que sabemos hacer los veteranos) dedicando de manera especial este artículo a los más jóvenes que han vivido menos períodos electorales que nosotros. Intento que veamos cómo se repite la historia.
El título se refiere a que en mi opinión se está fabricando en estas vísperas electorales una pinza que tiene algunas semejanzas con la que se produjo antes de las elecciones generales de 1996. También existen importantes diferencias que vamos a comentar empezando por la primera de ellas: hace doce años las circunstancias eran mucho más difíciles para los socialistas y por eso la pinza tuvo éxito aunque mucho menor que los artífices de la conspiración esperaban. Ahora han cambiado muchas cosas y estamos seguros de que la “nueva pinza” va a fracasar.
Y ¿quién organizó, pensó y puso en marcha aquella pinza de los años noventa? El cerebro, o al menos el que reunió en su casa a los otros dos protagonistas de esa especie de conspiración, fue el director de El Mundo Pedro J. Ramírez. Completaron la terna José María Aznar y Julio Anguita por entonces máximo responsable y candidato de IU. Los tres se confabularon para “echar” a Felipe González a quien no le perdonaron que les ganase por cuarta vez las elecciones en 1993 y comenzaron en seguida una operación de acoso y derribo que duró tres años durante los cuales demostraron que no habían digerido ni aceptado esa derrota que les sorprendió casi tanto como la del año 2004. Y esta es la primera semejanza entre aquella “pinza” y la que en mi opinión se está produciendo ahora.
¿Cuáles son las diferencias entre las dos situaciones? La primera y principal es que la de entonces estuvo totalmente organizada y de ella quedan documentos en las hemerotecas y sobre todo en un libro de Esther Esteban que la describe con todo lujo de detalles. El libro se titula El tercer hombre -el subtítulo es P.J. la pesadilla de F.G.- y en él nos cuenta la autora cómo los tres personajes citados se confabularon derribar a un gobierno que, a pesar de todos sus posibles errores, era el que democráticamente habíamos elegido los españoles. De la pinza actual todavía desconocemos muchos de los detalles.
Otra diferencia es que ha desaparecido uno de los componentes debido a la situación tan distinta que vive la IU de Gaspar Llamazares con respecto a la de Julio Anguita. Pero ese vacío en la composición del “tridente” ha tenido un sustituto o unos sustitutos inesperados. Y digo inesperados ya que, aunque sabíamos del posicionamiento a la derecha que ha mantenido siempre la jerarquía de la Iglesia española (y digo la jerarquía ya que como es sabido hay en España millones de católicos de izquierdas), nunca habíamos pensado que ese posicionamiento iba a ser tan claro como se expresa en la nota difundida el pasado día 30 de enero y que está dando lugar a tantos comentarios. Esa nota pide descaradamente el voto para el Partido Popular aunque después sus autores hayan tenido “el santo cinismo” de negarlo alegando que no nombran a ningún partido (la expresión entrecomillada no es mía sino del periodista Fernando Onega y fue pronunciada en el programa de televisión 59 segundos el miércoles día 6 de febrero). Tiempo habrá de comentar y/o rebatir el decálogo de los Obispos que llega a condenar las negociaciones con ETA cuando ellos mismos participaron en una parecidas en tiempos del gobierno de Aznar.
Es curioso también constatar cómo los otros dos componentes del trío del 96 continúan. El director de El Mundo sigue en su misma línea a pesar de que ahora no puede alegar contra Zapatero las acusaciones tan graves que hacía a Felipe sobre los GAL, el caso Roldán, etc. Cada día se inventa una argumentación nueva y basta ver los titulares de su periódico para comprobar que los dedica constantemente a hacer campaña descarada a favor del PP y en contra del PSOE. Y no digamos nada de José María Aznar que sigue mandando e intentando dirigir el partido cuya presidencia supuestamente había abandonado hace años. El resultado es que tanto el diario citado como una parte de la Iglesia, están intentando formar con el PP una nueva pinza para desembarazarse de un gobierno que no atiende a sus exigencias en la medida que ellos quisieran.
La foto que acompaña este texto corresponde a la “ceremonia” de inauguración de la Redacción de El Mundo-La Crónica en Valencia de Don Juan el día 26 de octubre de 2001. Los que están a los lados del oficiante son los dos máximos responsables del periódico: José Antonio Cabañeros, destacado militante del PP e inexplicablemente director general de la publicación durante unos cuantos años (a la derecha de Salvador) y el director del periódico José Luis Estrada que lo sigue siendo en la actualidad. Posiblemente se trate de una coincidencia, pero desde luego es toda una premonición de lo que estamos viendo ahora. Esperemos que la pinza formada por el PP, El Mundo y la jerarquía de la Iglesia no sea capaz de estrangularnos.
Alberto Pérez Ruiz
martes, 12 de febrero de 2008
¿Una nueva pinza?
El Mundo, la Iglesia y el Partido Popular
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hacía mucho tiempo que no leía nada de D. Alberto Pérez Ruiz. He de confesar que es un hombre al que admiré hace tiempo (quizá uno de los mejores profesores de matemáticas que tuve en el instituto).
ResponderEliminarParece un poco raro lo que escribe, teniendo en cuenta que el gobierno Zapatero es el peor de la historia de España con diferencia, mucho peor que la Segunda República, que ya es decir. Es injusto comparar a un político con mayúsculas como es Felipe González con alguien que es presidente por accidente y que para colmo de males se rodea de ministros que demuestran su analfabetismo cada vez que hablan.
(Cuando votamos en la asamblea para elegir Secretario General, jamás nadie pensó, ni por un momento que el elegido iba a ser ZP. Repasen el vídeo y vean las caras. Nos vendio a los catalanes y perjudicó a Bono.)