Escribir con responsabilidad
No había más tinta y la pluma se secó. Los arrostrados lectores de la revista municipal ESLA descansamos. Estamos refiriéndonos al plúmbeo escribidor Nazario Fernández Alonso, que durante años rellenaba, juntando abigarrados párrafos, la penúltima página. Nada de lo que decía aportaba algo nuevo a lo ya escuchado en la COPE o leído en la homilía dominical de Pedro José Ramírez Codina en El Mundo.
El que fuera durante varias legislaturas edil del Partido Popular -resellado de la UCD- cerraba, durante tres años, sus artículos con referencias inicuas a los dantescos atentados del 11 de marzo de 2004. Y lo hacía para dar pábulo a la hoy amortajada "teoría de la conspiración". Aquí tenemos un botón (la trascripción es literal):
El que fuera durante varias legislaturas edil del Partido Popular -resellado de la UCD- cerraba, durante tres años, sus artículos con referencias inicuas a los dantescos atentados del 11 de marzo de 2004. Y lo hacía para dar pábulo a la hoy amortajada "teoría de la conspiración". Aquí tenemos un botón (la trascripción es literal):
"Y como siempre termino con el 11-M.. He leído "Los enigmas del 11-M" de Luis del Pino. Y todos mis temores se han reactivado. Porque después del 11-Marzo, todo es como pisar a ciegas sobre un lodazal del cual nos ocultan todo. Por ejemplo. ¿Quién tejió los hilos, sembró las falsas pistas, borró huellas verdaderas, eliminó a quienes sabían, sembró el dogma de la mochila, la furgoneta Renault Kangoo, el coche Skoda?." "El Congreso dijo sí.
Por las víctimas, por nosotros, 'queremos saber'. Sea lo que sea lo que se esconde tras la puerta. Queremos que esa puerta se abra. Nuestra democracia se merece alcanzar el fin de la infancia. No se me ocurre otra petición. O, mejor dicho, prefiero no formular la petición que se me ocurre. Los españoles no se merecen un gobierno que mientan." ESLA nº 275, mayo de 206, pág. 15.
No sabemos si Nazario Fernández Alonso tiene hoy algún remordimiento de conciencia, lo único cierto es que aún no ha publicado ningún escrito retractándose de todas las patrañas de las que se hacía eco. Sería recomendable que lo hiciera, de lo contrario demostraría, como está demostrándolo, cierta irresponsabilidad sobre las opiniones que dejó escritos. Las calaveradas no pueden quedar impunes.
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