La ventana inventada
Hace justo dos años decidí comprar por internet esta postal (Ed. Pergamino). Desconozco su año exacto de edición, pero obviamente la imagen debió tomarse antes de 1979, cuando se derrumbó el borje* N-E de la torre del homenaje.
A priori la restitución parece totalmente fidedigna, al dictado de lo que hubiese proyectado Eugène Viollet le Duc, sin embargo hay un elemento novedoso que no se encontraba en la construcción original, un vano en la última planta.
Ciertamente vemos que dicha ventana no existía, y desconocemos la razón por la cual ahora se ha creado. En principio pensé que se trataba de un elemento diferenciador de la antigua obra, pero según me cuentan esta no es la razón. Parece que alguien aseguró a los restauradores que dicho vano había existido con toda seguiridad, y debió dar razones tan convincentes que se decidió materializarlo.
Lo cierto es que con esta imagen anulamos toda hipótesis sobre su existencia, y es que la memoria humana a veces juega malas pasadas. Gracias o por culpa de ello hoy nuestro castillo tiene un ventanal más. En otro capítulo hablaremos del balcón amatacanado y parapeto almenado que remataba los lienzos de la torre del homenaje y del porqué se ha resuelto en la restauración, a nuestro entender, de una forma tan desafortunada.
Javier Revilla Casado
*Todo el mundo llama 'torrecilla' o 'torre' a este elemento, cuando tiene una denominación propia dentro de la castellología: BORJE=resalte circular vertical que sobresale, en toda su altura, en una torre o muralla para reforzarla contra todo tipo de proyectiles y alejar las máquinas de asalto.El motivo de mi adquisición no fue la antigüedad o la calidad de la postal, sino la parte del castillo de Valencia de Don Juan que aparece retratada, por cierto en una excelente calidad y a todo color. Ello nos permite comparar el viejo borje arruinado en 1979 y el actual, reconstruido en 2004.
A priori la restitución parece totalmente fidedigna, al dictado de lo que hubiese proyectado Eugène Viollet le Duc, sin embargo hay un elemento novedoso que no se encontraba en la construcción original, un vano en la última planta.
Ciertamente vemos que dicha ventana no existía, y desconocemos la razón por la cual ahora se ha creado. En principio pensé que se trataba de un elemento diferenciador de la antigua obra, pero según me cuentan esta no es la razón. Parece que alguien aseguró a los restauradores que dicho vano había existido con toda seguiridad, y debió dar razones tan convincentes que se decidió materializarlo.
Lo cierto es que con esta imagen anulamos toda hipótesis sobre su existencia, y es que la memoria humana a veces juega malas pasadas. Gracias o por culpa de ello hoy nuestro castillo tiene un ventanal más. En otro capítulo hablaremos del balcón amatacanado y parapeto almenado que remataba los lienzos de la torre del homenaje y del porqué se ha resuelto en la restauración, a nuestro entender, de una forma tan desafortunada.
Javier Revilla Casado
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