Un sueño
Sin enojo, sin miedo, sin espera,
se abre paso... el poema,
entre enormes bastidores
que clarean el mañana, que dulcifican la hierba.
Sin mentiras, sin negrura, sin vergüenza,
se siembran, se cambian sonrisas
por mercenarios, falsos dioses e inventores de banderas.
Con tus manos, con las mías, con las de ella,
revolveremos la tierra,
buscaremos las miradas
de los cegados a tientas.
Con la pluma, con el papel, con las letras
pariremos sentimientos
arrullando a la utopía de quien soñando despierta.
Isabel Revilla Del Río
Sin enojo, sin miedo, sin espera,
se abre paso... el poema,
entre enormes bastidores
que clarean el mañana, que dulcifican la hierba.
Sin mentiras, sin negrura, sin vergüenza,
se siembran, se cambian sonrisas
por mercenarios, falsos dioses e inventores de banderas.
Con tus manos, con las mías, con las de ella,
revolveremos la tierra,
buscaremos las miradas
de los cegados a tientas.
Con la pluma, con el papel, con las letras
pariremos sentimientos
arrullando a la utopía de quien soñando despierta.
Isabel Revilla Del Río
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