jueves, 28 de mayo de 2020

Todos por la misma causa: Covid-19, reflexiones de Yolanda Merino: La tolerancia



¿Sabrá la arrogancia que es arrogante? 

Siempre se ha estudiado al hombre y no hemos cambiado mucho. Seguimos adoptando los mismos patrones de siempre y los mismos errores con igual tiranía. ¿Qué es un tirano/a? Me pregunto, pero...¿qué es? Hay dos opciones para su definición, la primera: "Persona que abusa del poder político y gobierna de manera totalitaria, sin limitaciones legales y, normalmente, actuando de forma corrupta y cruel" y la segunda: "Persona que abusa de su superioridad, de su fuerza o de su poder en su relación con los demás". ¿Quiénes son más relevantes, concluyentes y con mayor peso? Tal vez, ¿ambos por igual?

Las dudas acerca de los hechos sobre los conflictos que estamos viviendo me asaltan al igual que al personaje de Hamlet ante la siguiente frase: "Ser o no ser, esa es la cuestión". Es un dilema el ser humano. Comprobamos recientemente cómo un rebaño descarrilado, prefiere seguir a la bestia, entre más animal sea más fidelidad y poder se le otorga. La venganza de los borregos se suman a deliberar un destino nefasto. ¿Habrá más personas ahí fuera que se hagan éstas mismas preguntas? ¿Que se cuestionen lo absurdo de un suicidio colectivo? ¿Habrá otro escenario coherente, reflexivo, semejante a la ética? Ojalá que la duda asalte ante tal desconcierto que parece no habitar la misma lengua entre nosotros.

¿Será qué los conceptos y experiencias sociales de nuestros antepasados no son relevantes? Esto es algo inquietante. No aprendemos nada, por lo tanto nos condenamos nosotros mismos. Nuestro sufrimiento es ser atrapados por otras fieras que están esperando su momento de dominio. Así nunca vamos a ser capaces de descifrar los problemas reales.

Seamos racionales y no lo arriesguemos todo por el odio de desafiar con provocaciones despreciables. ¿Acaso no sirve recordar los hechos que han marcado épocas? La historia siempre se repite, ¿hasta cuando vamos a parar de arriesgarlo todo por un futuro incierto? Nuestro momento es éste presente, aquí es donde tenemos que fijar nuestra atención, sin olvidar el pasado, nuestra herramienta para entender un poco la actualidad y mejorarla con inteligencia.

La historia nos ayuda a razonar, como nos dice Le Goff , "Las sociedades occidentales valoran el pasado, el tiempo de los orígenes y los antepasados que se les aparece como un tiempo de inocencia y felicidad". De este modo es como se desvela la realidad de los acontecimientos. Para ello hay que hacer memoria, una disciplina muy aconsejable. Otro ejemplo aconsejable es el del Emperador romano Marco Aurelio, su pensamiento nos revela una comprensión en las torpezas, mantenía que, "Obrar como adversarios los unos de los otros es contrario a la naturaleza, y también lo es el hecho de manifestar indignación y repulsa".

¿Este breve repaso en el tiempo y en la memoria nos resultan familiares en la actualidad? Usemos la razón porque es la autoridad más auténtica y justa en la que sostenernos y eso nos lleva a hacer el bien por los demás, conociéndonos a la verdad.

viernes, 22 de mayo de 2020

Todos por la misma causa: Covid-19, reflexiones de Yolanda Merino: Cordura

La estupidez que diría Albert Camus insiste siempre.

Muy cerca estamos de rozar los siete pecados capitales y alguno más que se están inventando, haciendo eco de la deshumanización absoluta a la que estamos expuestos. 

La desinformación no se pone de acuerdo, lo que antes era importante ya no lo es y viceversa. ¿Cómo vamos a estar todos a una? o mejor dicho, ¿cuándo vamos a entender lo incomprensible?

Una vez más y como no es de extrañar los diferentes bandos y países van al sol que más calienta.

Lo que hoy es importante mañana deja de serlo. ¿Esto no trae acaso más confusión? Entre confusión y confusión cada uno hace lo que le da la gana.
En este mundo globalizado que se desinfla con afiladas agujas que van directamente a la falta de ética nos encontramos los ciudadanos, un colectivo al que se nos está olvidando pensar por nosotros mismos/as y diferenciar entre lo que está bien y mal, (ojo que esto es peligroso).

No somos más que fichas de ajedrez, peones a los que mueven a su antojo hasta estudiar la estrategia perfecta para hacernos 'jaque mate'. Un tablón de juego al que poder manipular en el momento en el que la partida termine. ¿Cuándo terminará? Es un verdadero misterio y más cuando nada se esclarece y el miedo es su mejor oponente. Para muchos estrategas el virus es la fórmula perfecta para manipular y controlar a la población, lo que me recuerda aquello de; "no hay mal que por bien no venga".

Las mascarillas ahora sí son obligatorias, ¿antes no lo eran o es qué no había? Entiendo, por lo poco que sé, que ante cualquier epidemia siempre se ha protegido su propagación con el uso de mascarillas. 
Al parecer algo tan simple sigue generando ausencia de comunicación y según como sople el viento. Nos dicen, que lo único que necesitamos la inmensa mayoría de la población es el uso de mascarillas quirúrgicas, unas mascarillas que sirven exclusivamente para evitar no ser contagiados, pero no previene de contagiarnos por otros/as que son portadores del virus sin saberlo. ¿Cómo sabe uno/a que es positivo o negativo? Otra incógnita más sin resolver. 

¿Esto tiene algún sentido? ¿Alguien en su sano juicio lo comprende? Las mascarillas han de servir para ambos casos y deben ser utilizadas al no ser que vivas completamente solo en una montaña o en una isla desierta. Vivir en la ignorancia nunca ha sido favorable para nadie.

Han pasado semanas y estamos deseando visitar a nuestros familiares y amigos, reunirnos como siempre, salir sin restricciones y libremente. Ojalá sea pronto, de momento sigamos siendo prudentes.

Recordemos como se extendió el virus del Sida y el desconocimiento que había hasta que se descubrió que se transmitía a través de las relaciones sexuales. A día de hoy sigue sin existir una vacuna para el VIH.

El llevar una buena mascarilla es el preservativo que hasta ahora los expertos nos están diciendo que debemos utilizar para que la transmisión no se propague.

Me da absolutamente igual las disputas políticas y las organizaciones 'supuestamente' útiles.

Hemos visto en vídeos e imágenes manifestaciones en las calles. ¿Es el mejor momento para las aglomeraciones? 

Quienes no valoren la vida que hagan lo que quiera y se den de golpes solos/as. El respeto empieza por uno mismo/a y después por los demás. A la vista está quienes se quieren mucho y quienes nada. La inmensa mayoría no se ama ni sabe amar.

Seamos coherentes y conscientes. Nuestra salud no solamente física sino psíquica está en juego, ¿nos vamos a matar entre nosotros/as por ideologías? Reflexionemos un poco y sobre todo respeto para que no paguen justos por pecadores. Si sales a la calle usa mascarilla por ti y por los demás, manteniendo el distanciamiento social ya estés haciendo deporte, en un lugar cerrado, dando un paseo, jugando con tus hijos en el parque...Porque siempre te vas a encontrar con alguien y a ese alguien le puedes dejar contando sus días.
No insistamos en la estupidez que nos aleja de la inteligencia. 

miércoles, 20 de mayo de 2020

Todos por la misma causa: Covid-19, reflexiones de Yolanda Merino: No nos confiemos


"No se puede desatar un nudo sin saber como está hecho." Esto es precisamente lo que nos decía Aristóteles. Efectivamente tenía razón el filósofo y científico en su pensamiento.

A día de hoy nos vemos atados de pies y manos intentando soltar lo que parece un nudo no muy diferente a otros. En cambio estamos en este enredo nada simple que nos tiene con la soga al cuello. Lo cierto es que transcurren los días y nadie tiene absolutamente ni idea de como atar los cabos. Unos lo hacen de una manera, otros de otra, los que parecen que deshacen bien la dichosa cuerda vuelven a caer en ella.

Cuando la gran madeja incomprendida regresa porque no se ha ido ni se irá por el momento es algo que nos debería volver más cautelosos y observadores. Más aún cuando el calor comienza y las fases parecen ser un juego de "oca a oca y tiro porque me toca".

¿No será mejor esperar a que den con el desenredo antes de precipitarnos todos por la borda? Estamos comprobando como el nudo se engancha demasiado bien. Algo que dificulta saber cómo separarnos de él. Sería importante saber de donde viene este nudo y quien fue el primero al que ahogó. El silencio ante cualquier sospecha hace desaparecer literalmente a quienes intentaron advertirnos.

Al parecer la zona donde se produjo no está del todo clara y está llevando a muchos desacuerdos, unos hablan de un laboratorio, otros de un mercado con ninguna higiene en el que se vende y consume animales de lo más extraños, produciendo incertidumbres entre una zoonosis natural. Hay quienes comentan que no es casualidad que esa zona del mercado de pescado a poca distancia de dos laboratorios de Wuhan se hallasen virus y animales. Lo que pudo suceder jamás lo sabremos. Hemos visto por imágenes como China ocultaba cadáveres y construía un hospital en diez días. ¿Será que desde Octubre nos han estado ocultando la Pandemia? Simplemente hipótesis calladas.

Especulaciones o no, verdades a medias y secretismos sin resolver, la cuestión es que a nadie nos gusta estar atados a este nudo que cada vez se extiende más con restricciones severas en algunas partes y en otras más a la ligera.

¿No se debería destripar la cuerda y hacer cada vez más autopsias para averiguar sobre cómo deja los pulmones y como afecta a otros órganos, al sistema circulatorio y al cuerpo en general? Si se pasan por alto detalles tan significativos, estaremos atados mucho tiempo con mareas altas y bajas. Una segunda oleada puede ser peor si nos pilla aún atados. Cualquiera que estudie lo que supuso la "peste Española", una peste que se nombró a nuestro país por ser los que informaron de lo que realmente sucedía, también conocida como la "peste negra". El san Benito ya nos lo pusieron a nuestro país y muchos/as siguen creyendo que fuimos nosotros los culpables.

Al margen de la ignorancia y la falta de historia, observemos como otros han querido romper la cuerda para salir de ella y ahora están más ahogados por la impaciencia.

Un nudo puede ser sencillo o muy difícil de deshacer, pero lo importante es saber como está hecho, y por el momento no lo sabemos.

Precipitarse no nos da ventaja, nos la quita.

lunes, 18 de mayo de 2020

Todos por la misma causa: Covid-19, reflexiones de Yolanda Merino: Un aprendizaje del que poder salir reforzados

Dos o tres metros de distancia, los abrazos no alcanzan, no hay quien lo soporte. Las sirenas y aplausos me producen escalofríos, siempre a las 20:00 h. El sonido espeluznante cada tarde hace mella repetidamente. Intento no percatarme ante el toque de queda, ni quiero asomarme. No deseo pertenecer a ese "rebaño" que solo aplaude ¿La muerte es motivo de palmadas? El respeto por los sanitarios se construye con nuestras acciones, esas acciones son muy sencillas, se trata de mirar más allá de nuestro ombligo, no ir dejando nuestras gotitas a los demás por no llevar una mascarilla.

Me pregunto; ¿vivimos repletos de cientos de prejuicios? ¿realmente nos importan las personas mayores? ¿las personas enfermas? esa gran parte de la población que son una generación al borde de la extinción.
No sé si somos conscientes entre canción y canción de lo que realmente está pasando. Esta pandemia con 'P' de pandereta está dejándome sin audición, deberé afinar el oído como el músico hace con su instrumento, un instrumento que me lleva a replantearme lo siguente; ¿escuchamos la realidad o es mejor mirar hacia otro lado? Entre tanto ruido y el poco sentido común solo veo desde mi ventana lo que contemplo en el parque, muchos perros con correa y ningún viejecito que los acompañe. Algo que llevo observando desde mucho antes del confinamiento.

En estos momentos se presenta la mayor complejidad del comportamiento de los seres humanos. Esta extraña especie por conquistar todo lo que se le antoja a su manera, como bien  hemos estudiado a través de la historia.
No es nada nuevo que muchos abandonen a sus padres porque molestan y no están en sus planes de vida aparentemente perfecta, teniendo un 'chucho' al que sacan a pasear tres veces al día, le recogen la mierda, soportan los olores de sus gases, les llevan cada poco al veterinario y están pendiente de sus pastillas para la artrosis. Es curioso como se miman a los perros y que desatendidos están nuestros mayores. ¿Son las mascotas y la tecnología un sustituto de los lazos familiares? o ¿lo viejo no interesa? Son cuestiones para pensar sobre este virus que está en nuestras vidas y que además, está sacando a florecer desde el arrepentimiento hasta la burla.

Estamos viviendo un llamamiento al cambio, pero ese cambio debe llevarse entre todos y con muchas reflexiones acerca de como se está recuperando la naturaleza que estábamos destruyendo y asfixiando con nuestra toxicidad, que todas nuestras decisiones tienen consecuencias y tomar las adecuadas nos embellece, que proteger a los que nos han cuidado es devolver el amor que hemos recibido, que la avaricia nos empobrece. 
Más que nunca debemos estar unidos por este "regalito" llamado Covid-19.
Desuhumanizarnos no nos conviene. Este virus no entiende de fronteras, no abramos la brecha por ideologías políticas, religiosas, etc. La ideología que debemos combatir en estos momentos, es la de hacer frente a un enemigo que todos tenemos en común; el coronavirus. 

Seamos conscientes de la realidad y cavilemos en que todo este infierno puede convertirse en un aprendizaje del que poder salir reforzados. 

jueves, 14 de mayo de 2020

Todos por la misma causa: Covid-19, reflexiones de Yolanda Merino: Una oleada


Como bien decía Voltaire; "La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano." Esta pasión parece no terminar nunca.

¿Quién nos iba a decir que hace unas semanas íbamos a vivir inmersos en una distopía? Películas como "Contagio" se asemeja mucho a este infierno. ¿Es la ficción quién supera la realidad? o ¿Es la realidad quién supera la ficción? El inteligente Covid nos está arruinando la vida, la salud y la economía. Nos está llevando el alma sin ningún permiso como si hubiéramos hecho un pacto con el maligno sin saberlo. Algún chupa sangre nos ha infectado y condenado con su veneno como dicen algunos, habrá que saber cómo se produjo. Una tarea que está resultando imposible por el secretismo del régimen comunista Chino.

Estamos viendo mucha propaganda por parte de EE. UU y China. El señor Trump quiere culpar a China y está tomando represalias si estos son los culpables. China por el contrario dice no estar dispuesto a acabar en los tribunales. De nuevo la especulación por las mayores potencias mundiales están llevando el virus a una guerra para sus propios intereses.

Algunos expertos están seguros de que el Covid-19 se ha producido por una zoonosis, otros en cambio discuten que las medidas de seguridad de uno de los Laboratorios de Nivel 4 más seguros, cometiera alguna negligencia por parte de algún trabajador, algo que puede ocurrir como sucedió con el Ébola. En lo que coinciden la inmensa mayoría es que este virus es muy infeccioso transmitiéndose con muchísima facilicidad.

No se sabe si una vacuna, en el caso de encontrarla sea universal. Ya que el virus afecta de manera diferente a unos pacientes que a otros.

Muchos estaban convencidos de que el calor frenaría el contagio, algo que ahora no está tan claro, pues el verano pueda propagarlo más. Estas hipótesis y muchas otras, son las que van surgiendo a medida que se va descubriendo al Covid. Se decía que afectaba solamente a los pulmones. Desde hace días están averiguando como daña a otros órganos y al sistema circulatorio. A su vez afecta a la piel con aparición de manchas, una especie de sabañones, rojeces en los dedos de los pies, etc.

La pandemia tiene desconcertados a todos los que están trabajando en ello, con lo que queda mucho por descubrir.

La pregunta es, sabiendo todo esto, ¿cómo es posible que sigamos inmersos en una total ignorancia? Tengamos presente que llegará otra ola más en un mes o un par de ellos, sino es antes. ¿Aún seguimos con la incredulidad de qué no va con nosotros protegernos los unos a los otros? Cuidar de uno mismo es ser solidario y humano con el resto.

Nos han permitido salir a pasear, a pesar de que muchos científicos no están de acuerdo con esta desescalada. Seamos por favor conscientes. Lo que menos necesitamos son más muertos. Tenemos una responsabilidad con los demás. La desescalada no significa en absoluto que hayamos vencido al coronavirus, al contrario, lo podemos favorecer y empeorar con una segunda oleada. Esto es para tomárselo en serio.

Poco hemos aguantado el confinamiento, ya que en España no hemos podido por menos de cuestionar cada medida que se ha tomado. Tenemos la gran suerte de vivir con unas condiciones de higiene excelentes, con solo abrir el grifo de nuestra casa aparece ese bien tan preciado, el agua y además potable. En cambio en otros lugares no tienen esta posibilidad para tomar estas medidas de limpieza tan imprescindibles para ir en contra del virus. No estaría nada mal ser más agredidos y dejar de quejarnos continuamente por todo. La colaboración por parte de todos es fundamental. Evitemos ser torpes en esta bajada. Cualquier buen alpinista entiende lo que supone un mal ascenso.

Al mínimo descuido por leve que sea, se está exponiendo la vida propia y la del resto. Perder el tiempo no ayuda en dificultades críticas.

Precaución por parte de todos. Ahora más que nunca debemos demostrar que somos capaces de hacer algo bien, aunque sea por una vez.

Yolanda Merino

viernes, 1 de mayo de 2020

Primero de mayo 2020: Día internacional del trabajo

El PSOE pide a las instituciones que no dejen a ningún trabajador y a ninguna familia en la estacada en esta brutal crisis económica
Los socialistas coyantinos apelan a “resistir” con “la palabra y el ejemplo” como herramientas para combatir esta excepcional situación de crisis y felicitan al Ayuntamiento de Valencia de Don Juan por impulsar un Plan de Emergencia Social

Este año será distinto para los militantes y simpatizantes socialistas de la comarca de Valencia de Don Juan que, por primera vez en muchos años, no celebrarán el primero de mayo, Día Internacional del Trabajo, congregándose en la sede de los socialistas y arracimándose en torno a un vino español, un puñado de conversaciones y una serie de discursos que reivindican año a año la justicia social, la igualdad y la solidaridad.

Los socialistas consideran que el país está viviendo una situación excepcional y que se encuentra, al igual que otros muchos del entorno europeo, en una recesión económica brutal, por lo que piden a las instituciones que vuelquen todos sus recursos en proteger a los ciudadanos y a los trabajadores ante esta situación excepcional provocada por una pandemia sanitaria global y que no dejen a nadie en la estacada. Desde el PSOE de Valencia de Don Juan ponen el ejemplo el Ayuntamiento de la localidad, donde gobiernan, ya que su alcalde, Juan Pablo Regadera, ha presentado esta semana una propuesta de Plan de Emergencia Social con múltiples iniciativas que pretenden apoyar a quienes más lo necesitan en estos momentos, volcando los recursos presupuestarios disponibles a esta tarea, que debe de ser, junto a la de reforzar nuestro sistema nacional de salud público, la más acuciante y que debe comprometernos a todos, así como de otros Ayuntamientos de la zona donde gobierna el PSOE y que están volcados personalmente día a día en procurar la salud y bienestar de sus vecinos.

Ceferino Revilla, secretario general de la Agrupación, defendió que “en este tiempo que nos toca vivir somos más necesarios que nunca como organización, el acoso del capital es feroz aprovechando la situación de emergencia y empobrecimiento de la sociedad para esclavizar más aún sin cabe a la clase trabajadora desfavorecida”.

En un mensaje a la militancia y a los simpatizantes en Valencia de Don Juan y comarca, recordó que solo “nuestra implicación política y social, permanente y activa, pacífica por supuesto, puede parar una segunda era de esclavitud. La palabra y el ejemplo son las herramientas. No nos dejemos amedrentar, no dejemos que la desidia nos agobie. De forma que resistencia, es vencer. Ánimo y salud y feliz día del trabajo”, concluyó Revilla.