Cerremos Garoña, Presidente
Valencia de Don Juan fue objetivo nuclear, y no precisamente del régimen de Pyongyang. El 2 de mayo de 1975, en el BOE se publicó un anuncio en el cual se solicitó autorización para construir un reactor nuclear a 4,5 km. del municipio leonés. Los ciudadanos se manifestaron contra la pretensión de Endesa y Enher en una movilización sin precedentes. No es que no quisieran la nuclear: era un ronco grito contra las nucleares por su elevado coste, su ineficiencia a corto plazo, la vulnerabilidad a la que se expone a la ciudadanía en la zona y los milenarios residuos para los que aún no existe ningún tipo de solución.
Francia es una potencia mundial en empleo de la energía nuclear -77% del total-. También lo es de agua para enfriar los reactores que acaba revertiendo a los lagos y ríos -40% de la que consume-.
Garoña solo genera el 1,4% de la energía en España, una tercera parte de la que exportamos. Prolongar su vida inútil durante 10 años implica retrasar el necesario cierre, ordenado y paulatino, del parque nuclear, así como la inexorable apuesta por las renovables. El futuro del sistema productivo pasa por iniciativas como la Ciudad de la Energía de Ponferrada: Garoña es solo una rémora más del franquismo.
Ascó y su fuga fue solo una meta volante previa al sprint en Chernóbil. Como coyantino le digo a Zapatero: “cerremos Garoña”. Y lo hago pensando en mis abuelos que dijeron no en 1975. Nuestros nietos lo agradecerán.
Artículo de Jorge Mateos Álvarez, Secretario de Organización del PSOE de Valencia de Don Juan, publicado en La Crónica de León el 17 de junio de 2009
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