La frontera de Óscar López
El 20 de septiembre se cumplirá un año desde que Óscar López accediera a la Secretaría General del PSOE autonómico bajo el lema ‘Objetivo 2011’, fecha que se ha propuesto para que su partido vuelva a gobernar la Junta después de 22 años ininterrumpidos de ejecutivos conservadores. El segoviano ocupa el puesto abandonado por el leonés Ángel Villalba, que pasó de tripular con impericia la nave de los socialistas en la Comunidad, si nos atenemos a los resultados obtenidos, a conducir con destreza la flota de ferrocarriles de vía estrecha.
La expectación que suscitó en las deprimidas huestes socialistas –el poder desgasta, sobre todo al que no lo tiene- le ha convertido, de facto, en el próximo candidato socialista a presidir el gobierno regional. Los lectores de La Crónica supimos la semana pasada que Óscar iba a “elevar el listón político” y a combinar cuatro factores fundamentales para constituirse en una alternativa plausible a Juan Vicente Herrera: diálogo con el Ejecutivo, crítica a la gestión de este, contacto con la ciudadanía y planteamiento de alternativas políticas. La partitura es impecable, veamos cómo suena la música.
La tarea pendiente de Óscar es conseguir que realmente los ciudadanos de las nueve provincias seamos conscientes de que las grandes políticas públicas de corte social, como pueden ser las sanitarias, educativas, de dependencia o vivienda, se dilucidan en las antiguas Cortes de Fuensaldaña -ahora en Valladolid- y en las deliberaciones del Consejo de Gobierno que preside Herrera. Es decir, superar el debate de las fronteras.
Su complicado pero ambicioso objetivo es gobernar en 2011. Si lo consigue, tendrá que afrontar un reto mucho más importante: vertebrar la Comunidad creando las condiciones para el desarrollo simultáneo de todas las provincias y no solo de algunas. León no será su principal escollo, pero debe ser consciente de que los leoneses tenemos apatía por la política autonómica y que aún nos queda mucho para cantar con Alberti aquello de que “no siempre se puede ser / del momento que se vive. / Nos pesa mucho el ayer. / Soñamos con un futuro / que no le pese el ayer”.
Artículo de Jorge Mateos Álvarez, publicado el 7 de septiembre de 2009 en la página 2 de La Crónica de León
La expectación que suscitó en las deprimidas huestes socialistas –el poder desgasta, sobre todo al que no lo tiene- le ha convertido, de facto, en el próximo candidato socialista a presidir el gobierno regional. Los lectores de La Crónica supimos la semana pasada que Óscar iba a “elevar el listón político” y a combinar cuatro factores fundamentales para constituirse en una alternativa plausible a Juan Vicente Herrera: diálogo con el Ejecutivo, crítica a la gestión de este, contacto con la ciudadanía y planteamiento de alternativas políticas. La partitura es impecable, veamos cómo suena la música.
La tarea pendiente de Óscar es conseguir que realmente los ciudadanos de las nueve provincias seamos conscientes de que las grandes políticas públicas de corte social, como pueden ser las sanitarias, educativas, de dependencia o vivienda, se dilucidan en las antiguas Cortes de Fuensaldaña -ahora en Valladolid- y en las deliberaciones del Consejo de Gobierno que preside Herrera. Es decir, superar el debate de las fronteras.
Su complicado pero ambicioso objetivo es gobernar en 2011. Si lo consigue, tendrá que afrontar un reto mucho más importante: vertebrar la Comunidad creando las condiciones para el desarrollo simultáneo de todas las provincias y no solo de algunas. León no será su principal escollo, pero debe ser consciente de que los leoneses tenemos apatía por la política autonómica y que aún nos queda mucho para cantar con Alberti aquello de que “no siempre se puede ser / del momento que se vive. / Nos pesa mucho el ayer. / Soñamos con un futuro / que no le pese el ayer”.
Artículo de Jorge Mateos Álvarez, publicado el 7 de septiembre de 2009 en la página 2 de La Crónica de León
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