Alberto,
el compañero, el amigo
No va a ser fácil
hacerse a la idea de que no vamos a ver más a Alberto Pérez Ruiz en
los sitios que frecuentaba: las asambleas, las tertulias con amigos y
compañeros, las conferencias... Y no va a ser fácil porque hay
vacíos como el que nuestro compañero deja que nadie podrá nunca
ocupar.
Alberto fue uno de
los actores principales en la transición en la zona sur de León,
comprometiéndose activamente en la refundación del PSOE en Santa
María del Páramo y encabezando la candidatura socialista en el
Ayuntamiento de Valencia de Don Juan en las primeras elecciones
democráticas, en 1979, en las cuales obtuvo mayoría absoluta.
Como alcalde de
Valencia de Don Juan realizó una gestión donde las luces superaron
con creces a las sombras que contiene toda obra humana, cimentando la
democracia local en 1979 y tomando en 1995 las decisiones
estratégicas más audaces que hicieron posible el crecimiento
económico y demográfico en la década siguiente de su localidad,
destacando sobre todas ellas la construcción del polígono
industrial.
Alberto fue el
Presidente de la Diputación con más sensibilidad hacia los pueblos
y sus habitantes, y prueba de ello es el grato recuerdo que de él
conservan quienes tuvieron la oportunidad de compartir la apasionante
tarea de modernizar el medio rural durante los años que presidió la
institución provincial.
Nunca abandonó su
compromiso con las ideas de justicia social que inspiran el ideario
del PSOE y la intensidad de su militancia era mayor cuando mayores
eran las dificultades sociales que atravesaban los ciudadanos.
También se acentuaba su activismo en momentos como el actual, donde
la crisis política y moral se agudiza en nuestro país.
Preocupado hasta el
final por el devenir de nuestra organización, llevaba luchando hace
años internamente por mejorar su democracia así como los mecanismos
de participación, considerando estas dos vías las únicas posibles
para superar la difícil travesía del desierto que sufre el que
hasta ahora es el partido de izquierdas más importante de España,
su partido.
Alberto se hizo con
el tiempo más sabio y prueba de ello es que no daba consejos que no
le pedían y siempre le gustaba compartir sus inquietudes e
iniciativas tanto con los suyos, con los que siempre había
colaborado, como con los que le conocieron más tarde, sin guardar
nunca rencor al adversario por grandes que fueran en su momento las
diferencias.
Alberto siempre
tendía su apoyo, su sonrisa y su cercanía a todo aquel que le
escuchaba, que no éramos pocos. Siempre abierto a las personas
humildes, siempre profundamente humano. A nadie deja indiferente esta
pérdida, desde nuestra más profunda certeza de que León pierde a
uno de sus mejores hijos, en este caso adoptivo, y de que estas
líneas, o cualesquiera otras, siempre serán insuficientes para
poner en valor al amigo y compañero Alberto Pérez Ruiz que hoy nos
deja para siempre. Pero como dijo Orwell, “nada muere nunca”. Y
más si cabe cuando el vacío es tan grande.
Hasta siempre,
compañero.
Agrupación
Socialista de Valencia de Don Juan
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