Censuar el Holocausto nazi sin hacer simultáneamente lo propio con las purgas estalinistas no implica necesariamente ser un admirador del tirano soviético. Y viceversa. El debate que se ha producido en este cuaderno digital ha girado en torno a un artículo más informativo que de opinión publicado por el "PSOE de Valencia de Don Juan", por lo tanto, independientemente de quién haya sido su autor, asumido por la Agrupación Socialista de Valencia de Don Juan.
Los respetables argumentos esgrimidos por la UPL de Valencia de Don Juan creo que son rebatibles. Voy a reparar solo en dos. El primero:
"Usted miente cuando habla de negaciòn del holocausto... si hubiese leido el citado artìculo de la llïonpedia..veria que no hay negaciòn, sino minimizaciòn, que aunque no lo crea son cosas distintas... (por cierto este polèmico artìculo no es mas que una traducciòn al leonès del original que està en la wikipedia..ve como hay que informarse antes de hablar...)"El "no es más que una traducción al leonés del original" no puede pasarse por alto. Si un artículo de la Wikipedia sobre el genocidio Ruandés de los 90 despacha el asunto con una relativización de los 400.000 muertos que se produjeron en un trimestre por la barbarie hutu, ¿debe traducirse sin más? Este argumento no sirve. Como tampoco sirve lo que un anónimo comentarista define como la "coctelera de la historia". Veamos:
"Miente cuando habla del mayor y mas traumàtico genocìdio del siglo xx... aquì le recordarìa los genocidios de gente de ideologìa socialista como los Jemeres Rojos..o Stalin... Entre los dos ejemplos citados acabaron con mas de ocho millones de personas... sin comentarios..."Desde mi punto de vista, tanto las prácticas estalinistas como las de Pol Pot en Camboya -o las que puede estar realizando ahora mismo Fidel Castro en Cuba- nada tienen que ver con el socialismo tal y como lo entendía Marx -una sociedad donde nadie reprimiera a nadie y la libertad de cada uno fuera condición indispensable para la libertad de todos- ni mucho menos con la socialdemocracia que propugnaban los socialistas europeos. Por lo tanto, no procede atacar al Partido Socialista Obrero Español con una remisión descriptiva de los regímenes totalitarios ya citados. Creo que el cine ha sido la aproximación que he tenido al nazismo. Ahí van unas cuantas sugerencias:
El gran dictador, es la obra maestra de Charles Chaplin. La sátira que realiza a los planes inmorales y peligrosos de Hitler, así como su moralizante final, cobra más valor por estar realizada en plena Segunda Guerra Mundial, sin que estuviera decidido aún quiénes vencerían: las potencias aliadas o el eje Berlín-Roma Tokio.
Zona gris, nos muestra la "voluntaria" colaboración de presos judíos con los nazis en los campos de exterminios a cambio de prologar unos días sus vidas. Ya saben ustedes, hornos crematorios, cámaras de gas...
¿Vencedores o vencidos?, referente a los Juicios de Núremberg.
La lista de Schindler, un empresario que se da cuenta del horror que supone el exterminio sistemático de judíos y decide invertir su fortuna en salvarlos.
El pianista, la obra maestra del ahora injustamente tratado Roman Polanski -ante la indiferencia cívica de toda Europa- nos permite ver cómo es un gueto y cómo se marcaba a los judíos visulamente para avisarles de su trágico destino.
Amén, esta película incide en el aspecto más horrible del nazismo: la ciencia al servicio de la exterminación del ser humano -cómo matar a más gente en menos tiempo-. Y también muestra la connviencia del Papa Pío XII con Hitler.
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