jueves, 14 de mayo de 2020

Todos por la misma causa: Covid-19, reflexiones de Yolanda Merino: Una oleada


Como bien decía Voltaire; "La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano." Esta pasión parece no terminar nunca.

¿Quién nos iba a decir que hace unas semanas íbamos a vivir inmersos en una distopía? Películas como "Contagio" se asemeja mucho a este infierno. ¿Es la ficción quién supera la realidad? o ¿Es la realidad quién supera la ficción? El inteligente Covid nos está arruinando la vida, la salud y la economía. Nos está llevando el alma sin ningún permiso como si hubiéramos hecho un pacto con el maligno sin saberlo. Algún chupa sangre nos ha infectado y condenado con su veneno como dicen algunos, habrá que saber cómo se produjo. Una tarea que está resultando imposible por el secretismo del régimen comunista Chino.

Estamos viendo mucha propaganda por parte de EE. UU y China. El señor Trump quiere culpar a China y está tomando represalias si estos son los culpables. China por el contrario dice no estar dispuesto a acabar en los tribunales. De nuevo la especulación por las mayores potencias mundiales están llevando el virus a una guerra para sus propios intereses.

Algunos expertos están seguros de que el Covid-19 se ha producido por una zoonosis, otros en cambio discuten que las medidas de seguridad de uno de los Laboratorios de Nivel 4 más seguros, cometiera alguna negligencia por parte de algún trabajador, algo que puede ocurrir como sucedió con el Ébola. En lo que coinciden la inmensa mayoría es que este virus es muy infeccioso transmitiéndose con muchísima facilicidad.

No se sabe si una vacuna, en el caso de encontrarla sea universal. Ya que el virus afecta de manera diferente a unos pacientes que a otros.

Muchos estaban convencidos de que el calor frenaría el contagio, algo que ahora no está tan claro, pues el verano pueda propagarlo más. Estas hipótesis y muchas otras, son las que van surgiendo a medida que se va descubriendo al Covid. Se decía que afectaba solamente a los pulmones. Desde hace días están averiguando como daña a otros órganos y al sistema circulatorio. A su vez afecta a la piel con aparición de manchas, una especie de sabañones, rojeces en los dedos de los pies, etc.

La pandemia tiene desconcertados a todos los que están trabajando en ello, con lo que queda mucho por descubrir.

La pregunta es, sabiendo todo esto, ¿cómo es posible que sigamos inmersos en una total ignorancia? Tengamos presente que llegará otra ola más en un mes o un par de ellos, sino es antes. ¿Aún seguimos con la incredulidad de qué no va con nosotros protegernos los unos a los otros? Cuidar de uno mismo es ser solidario y humano con el resto.

Nos han permitido salir a pasear, a pesar de que muchos científicos no están de acuerdo con esta desescalada. Seamos por favor conscientes. Lo que menos necesitamos son más muertos. Tenemos una responsabilidad con los demás. La desescalada no significa en absoluto que hayamos vencido al coronavirus, al contrario, lo podemos favorecer y empeorar con una segunda oleada. Esto es para tomárselo en serio.

Poco hemos aguantado el confinamiento, ya que en España no hemos podido por menos de cuestionar cada medida que se ha tomado. Tenemos la gran suerte de vivir con unas condiciones de higiene excelentes, con solo abrir el grifo de nuestra casa aparece ese bien tan preciado, el agua y además potable. En cambio en otros lugares no tienen esta posibilidad para tomar estas medidas de limpieza tan imprescindibles para ir en contra del virus. No estaría nada mal ser más agredidos y dejar de quejarnos continuamente por todo. La colaboración por parte de todos es fundamental. Evitemos ser torpes en esta bajada. Cualquier buen alpinista entiende lo que supone un mal ascenso.

Al mínimo descuido por leve que sea, se está exponiendo la vida propia y la del resto. Perder el tiempo no ayuda en dificultades críticas.

Precaución por parte de todos. Ahora más que nunca debemos demostrar que somos capaces de hacer algo bien, aunque sea por una vez.

Yolanda Merino

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