martes, 19 de mayo de 2009

Adiós, Benedetti

Siempre cantaremos en defensa de la alegría

Cuando el primero de mayo de este año tres jóvenes de izquierdas protagonizamos un poético homenaje en el camposanto coyantino a las vícitimas de todas las dictaduras que existieron durante el siglo XX y que causaron un drama de incalculables dimensiones, también estábamos pensando en la dictadura 'cívico-militar' Uruguaya, que se originó tras el golpe de Estado de junio de 1973. Mario Benedetti la combatió con su mejor arma: la palabra. 

Decía que me correspondió hace tan solo veinte días a mí declamar Por qué cantamos*, del autor del que hoy, apenados, esparacimos tan solo unas semillas del que fue su  más valioso, laudable y enjundioso legado: su obra. 
"...cantamos porque el sol nos reconoce / y porque el campo huele a primavera / y porque en este tallo en aquel fruto / cada pregunta tiene su respuesta / cantamos porque llueve sobre el surco / y somos militantes de la vida / y porque no podemos ni queremos / dejar que la canción se haga ceniza".

En tu memoria, seguiremos defendiendo la alegría:

Defensa de la alegría

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y la definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica los paros cardíacos
y de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como un certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
       y también de la alegría.

*Leer en mi blog personal la entrada publicada hace tan solo diez días y que reproduce íntegramente el poema Por qué cantamos

Jorge Mateos Álvarez, es Secretario de Organización del PSOE de Valencia de Don Juan

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