Mes de cumpleaños
El pasado mes de abril se ha cumplido el trigésimo aniversario de una serie de acontecimientos que tuvieron mucho que ver con el nacimiento del periodo democrático de que estamos disfrutando desde la caída de la dictadura. En efecto: el día tres de abril de 1979 se celebraron las primeras elecciones municipales de la democracia, los días 19 y 20 se constituyeron los 210 Ayuntamientos de la provincia con la elección de otros tantos alcaldes. En Valencia de Don Juan este acto tuvo lugar el día 20 y en él tuve el honor de ser elegido como primer alcalde de nuestro municipio en esta etapa democrática después de haber ganado los socialistas por mayoría absoluta. Los cinco concejales que me seguían en la lista y que también tomaron posesión ese día eran José Pérez Guayo, Jesús Martínez Cascón, Mª Victorina Martínez Barrientos, Marcelino Fernández Quintano e Indalecio Pérez González. Por último el día 26 nació la primera Corporación provincial que eligió como Presidente al recientemente fallecido Julio César Rodrigo de Santiago.
Entre todos estos hechos solamente el último mereció una cierta relevancia aunque sumamente discreta y ensombrecida por unas ausencias tan clamorosas que no pudieron por menos que destacar por encima de las presencias aunque éstas también tuvieron su importancia ya que sirvieron para que nos viésemos algunos de los que habíamos sido diputados provinciales durante este tiempo. Y digo algunos ya que, aunque habían sido invitados todos, que eran cerca de doscientos que habían sido convocados solamente acudieron unos cuarenta. Lo más llamativo fue que de los dos presidentes que ha tenido el PP antes de la presidenta actual ninguno de ellos respondió a la invitación sin que diesen ninguna explicación de los motivos. Sin embargo, de los tres socialistas dos acudimos por una razón elemental de cortesía y el tercero, Manolo Cabezas, fue el único que excusó su asistencia por tener un viaje programado con anterioridad y haberse hecho la convocatoria del acto a última hora cuando ya no era posible cancelarlo. Todavía hay diferencias.
La celebración de este trigésimo aniversario de la Diputación quedó por tanto bastante deslucida por las razones ya explicadas y se redujo a una breve intervención del Diputado Cipriano Martínez que es el único que permanece, aunque con interrupciones, de los que tomaron posesión el 26 de abril del 79, cerrando el acto un discurso de trámite de la presidencia. La Capilla Clásica amenizó después la fiesta con unas canciones leonesas cubriendo el hueco que suele llenar el calor humano propio de estos casos, hueco que en esta ocasión había quedado casi vacío.
Entre todas las cosas que quedaron al descubierto ese día destacó la absoluta soledad de la presidenta de la Diputación y del Partido Popular que está recogiendo ahora el fruto de sus imposiciones y su despotismo. Es muy difícil encontrar a alguien que esté a su lado políticamente y de cualquier conversación se deduce que nadie se atreve a contradecirle porque el miedo se ha instalado en la mayoría de los de su alrededor. Me decía una persona muy significada, y no precisamente por su pertenencia al PSOE, que todos le tienen miedo: los diputados , los funcionarios, los periodistas y hasta alguno de los directores de los periódicos de León.
Para que los lectores del blog puedan darse cuenta del ambiente de frialdad que reinó en esta “celebración” terminaré diciendo que en esta mi primera visita que hacía a la institución después de 18 años de haber dejado de presidirla, no se me presentó la oportunidad de saludar a su vicepresidente primero y alcalde de nuestro municipio. Aunque me imagino que en una cosa estaremos por fin de acuerdo y es en nuestra opinión negativa de la persona que dirige actualmente la Diputación y en la critica que hice públicamente por la mala organización del acto, aunque él no se atreva a expresar en público ese tipo de opiniones por razones que todos conocemos, aunque sí lo hace con frecuencia en privado.
Alberto Pérez Ruiz
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