Todo vale para la Junta
Martes día 4 de Mayo de 2010, un día triste para León y un día lamentable para la monarquía española, cuando unos políticos sin principios utilizan a la Casa Real y a la figura del Rey, en función de sus intereses que no son otros que manipular la legítima celebración del 1100 Aniversario del Reino de León, para intentar poner en valor un proyecto autonómico artificial, basado en la mentira, en la tergiversación de la historia y en la negación de la existencia de un pueblo, el pueblo leonés.
Hacer coincidir la entrega al Rey de la Medalla de Oro de Castilla y León con los actos Reales de celebración del 1100 no ha sido más que un burdo intento, otro más, de confundir a los leoneses y a los castellanos. A unos haciéndoles ver que son la misma cosa realidades que nunca lo fueron y nunca lo serán y a los otros haciéndoles ver que los leoneses estamos encantados con un proyecto que sólo nos ha dado pobreza y despoblación, y que intenta diluir nuestra identidad hasta hacerla desaparecer.
No les basta invertir millones para generar una identidad de nuevo cuño, no les es suficiente crear bancos de pensadores para generar un sentimiento que no existe, no les basta manipular los libros de texto para borrar la memoria y lavar el cerebro de nuestros hijos, ni siquiera les es suficiente manipular los medios de comunicación escritos mediante la propaganda y crear una televisión a la medida del Gobierno autonómico.
Nada de eso ha sido suficiente y esta gente no tiene límites, pocas cosas les quedaban. Por eso decidieron utilizar una institución respetada por muchos, pensando que con ello iban a hacerse partícipes de su credibilidad, pensando que con esa maniobra iban a contagiarse de la legitimidad que se le presupone al Rey. Este acto por si mismo define al Gobierno de la Junta, y pone en evidencia la deslegitimidad de esta Autonomía y de sus gobernantes.
Los políticos de esta tierra tienen una nueva oportunidad de desligarse de estos gobernantes sin principios dispuestos a todo con tal de perpetuar su régimen. Es una de las últimas oportunidades de marcar distancias con aquellos que han perdido el norte y dejar de ser cómplices de la injusticia. Esta tierra y sus gentes lo merecen, es hora de reivindicar lo que es nuestro o seremos cómplices de la ignominia.
Gonzalo Fernández-Valladares García
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