"Escapada a Valencia de Don Juan", por Diego Medrano

Nuestra querida Valencia de Don Juan

Diego Medrano nos sorprende cada verano con un artículo sobre nuestra villa. El coyantino triunfó hace dos veranos con un demoledor artículo titulado visionariamente "La  Marbella del norte". Este año, sin embargo, prefirió hacer proselitismo de nuestro  pueblo por su Asturias de residencia en "Escapada a Valencia de Don Juan", (El Comercio) 07/08/2008:

"ISA: Claro que sí. Los viajes cortos te cambian más que los largos. Los viajes cortos son poemas y los largos, piénsalo, novelas. Montaigne decía: «A los que me preguntan la razón de mis viajes les contesto que sé bien de que huyo pero ignoro lo que busco». Nostras igual, amiga mía. Nosotras, mejor.

MARGA: Tengo ganas de ir de vinos por Valencia de Don Juan. Asistir a sus noches. La belleza del cuerpo es un viajero que pasa. Podemos llevar flotadores, porque hay varias piscinas. Y para comer, verás qué atracón. ¡Solomillo, cañas y pandereta!

ISA: Debemos ser rigurosas: empezar el viaje en total inquietud y acabarlo en rigurosa melancolía. Yo soy como el vino de aquellas tierras: «Si me tomas en frío, engaño, y con los años me hago listísima». Lo que dice papá: «Yantar sin vino, convite canino». Qué asturianotas y payasas somos...

MARGA: «¡El vino peleón, tomarlo en jarro o porrón!». Nuestra fuga será peor que la misma cárcel. Ja, ja. Lleva algo de Chiquetete para ponerlo en el coche. ¡Y vamos de camping, que así tenemos con quien hablar mientras nos enjabonamos!.

ISA: El castillo de Valencia de Don Juan es casi como el del Marqués de Sade: una maravilla. Podremos encender velas, vestirnos con capas negras, buscar la luna en el río. No te olvides los crucifijos ni el recetario azul de hechizos viles.

MARGA: ¡Estás como un cencerro! ¿Será una excursión o una huida en toda regla? ¡Llevas años muy pirada!

ISA: Siempre he sido la misma. Huyo de lo que me sigue; voy detrás de lo que huye de mí. Valencia es una maravilla, allí podremos hacer la fotosíntesis de otra manera. Consolarlos de lo que somos. La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser; el humor les consuela de lo que son. ¡Olé!

MARGA: ¡Mete también algo de Perales y de Dyango en el coche!

ISA: Yo podré pintar, necesito pintar. El color es más importante que el dibujo y, como quería Cézanne, existe una lógica de los colores, contraria a la razón más férrea.

MARGA: ¡Que no se te olvide tampoco El Fary o El Puma o Rocío!

ISA: Lo que nos niega el arte nos lo da gratuitamente el azar. Valencia de Don Juan sabrá dárnoslo. Me gustan los colores y sé envejecer. El arte de envejecer es sólo el arte de conservar alguna esperanza. ¡Cantaré yo en el viaje, querida!

MARGA: Eso no podré soportarlo... El arte de tu música es como la guerra: siempre causando víctimas. ¿Y cuándo regresaremos?

ISA: Pues cuando Cielo y Tierra se conjuguen para decirnos que debemos hacerlo. Si puede ser, antes de acabar mi cuadro, porque las obras imperfectas son las mejores. O cuando se nos acaben todos los euros de golpe, y haya que vender las capas.

MARGA: ¡Estás chalada! No me das ninguna confianza...

ISA: El éxito es lo que da confianza para poner en práctica lo que el fracaso nos ha enseñado. La confianza en la bondad ajena es el mayor testimonio de la propia bondad. ¡Dame un beso, corazón! ¡Eres maravillosa!

MARGA: ¿Sabes que es lo peor de la ignorancia y la locura? Pues que, a medida que se prolongan, adquieren confianza. ¡Acabaremos en el calabozo y sin bragas! Lo estoy viendo..."