viernes, 28 de septiembre de 2007

Deliberando acerca del leonés

¿Deberían las instituciones públicas apoyar el conocimiento y el estudio del leonés?


Dislate ciclópeo

Las lenguas no son autotélicas, es decir, no tienen un fin en sí mismas. Las lenguas, en puridad, son un instrumento que los ciudadanos utilizamos para comunicarnos. Ahora bien, si reaccionarios son los nacionalismos que pretenden "conservar" su lengua, ultramontanos son los lumbreras que, en pleno siglo XXI, quieren reinventarse un dialecto, el leonés, tan conspicuo y obsoleto como inservible y decrépito, para elevarlo al culmen de las lenguas. Lo triste e incomprensible es que un sector importante de la izquierda leonesa actúe de comparsa de nuestro particular Sabino Arana, Abel Pardo. No me siento orgulloso de hablar castellano, pero sí afortunado en la medida que puedo conversar con millones de personas en todo el mundo. Una iniciativa tan sumamente estéril como la que estamos debatiendo, que en nada ayuda al progreso de León, con mis impuestos, no.

Jorge Mateos Álvarez

Amor por la cultura

Jamás despreciaré la cultura, aunque mis posiciones o argumentos necesitaran la ocultación o la vejación de alguna cultura. Por supuesto, las instituciones públicas deberían fomentar y apoyar la investigación y el estudio sobre la lengua leonesa o asturleonesa, aunque solo fuera para subsanar la ignorancia o la maledicencia de algunos para quienes “el leonés no es más que un dialecto”, cuando se trata de una lengua. Después de tanto tiempo de olvido, manipulación y ocultación, el Ayuntamiento de León ha tomado una iniciativa encaminada a posibilitar el conocimiento de una de las lenguas románicas de nuestra nación, la más importante durante varios siglos, pero llega tan tarde que en lugar de ser un acto de justicia, parece una extravagancia. Me alegra que los socialistas leoneses participen del amor por la cultura y el conocimiento, y que sea la ignorante derecha la que lo ataque y desprecie.

Daniel G. Colinas

7 comentarios:

  1. Hola. Soy un chico japones.
    Creo que la lengua no se debería obligar a hablar en los institutos publicos. La lengua no se debería imponer a nadie. Podemos hablar lo que queremos.
    En Japon se habla japones, ryuukyuu, ainu y muchos dialectos. Pero no se enseña las lenguas excepro japones en los institutos.

    Sin embargo, como han dicho ustedes, para conocer la lengua propia es importante. No debería obligar a hablarla sino debería dar la oportunidad de conocerla. Pero, no debería hacer en los institutos publicos. Si hubiera clase de leones en la comunidad el domingo, sería mejor.
    Saludos!

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  2. Hola, Masashi. Me alegra leerte en este cuaderno del PSOE de Valencia de Don Juan. No sé cómo has dado con él, supongo que a través de mi blog. Mi defensa de la negativa a "recuperar" el leonés creo que es bastante racional. Si admitimos que las lenguas nos sirven para comunicarnos. Y si admitimos que 400 millones de personas en el mundo hablan castellano y "cuatro gatos" hablan algo que han denominado el leonés, llegamos a la conclusión que las instituciones leonesas, si de verdad creen en el progreso de su tierra, no deberían dedicar ni un solo céntimo de euro a promociar una lengua que no es que esté muerta, sino que se encuentra completamente sepultada desde hace siglos. Un saludo y feliz vuelta a Santiago de Compostela, Masashi.

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  3. Hola amigos. Voy también a posicionarme.

    No me gusta el titular que ha escogido Daniel para su argumento, ya que me considero un verdadero amante de la cultura y no por ello defiendo que de mi bolsillo se pague un capricho leonesista. Y me explico.

    Lenguas como el catalán, euskera o gallego sí trataron de ser erradicadas por un régimen nacionalista español durante seis décadas del pasado siglo. Ello provocó que, con la reinstauración de la Democracia, hubiese un foribundo deseo de hablarlas, en muchos casos más por la sensación de libertad que ello provocaba que por el simple hecho. Hoy día, los extremismos nacionalistas tratan de utilizar la lengua como seña de identidad diferenciadora, cuando, como todo elemento cultural, ya sea el arte, el pensamiento o la propia lengua, nada entiende de fronteras políticas.

    Pues bien, en el caso del llamado 'leonés' no se cumple ninguno de los argumentos anteriores, a saber:
    - no fue erradicado por ninguna decisión digamos política, sino que sucumbió ante una nueva situación sociopolítica, de manera progresiva, evolutiva
    - no estamos hablando de procesos contemporáneos, sino de sucesos de hace bastantes siglos

    Me gustaría que Daniel nos indicase si en su pueblo algún anciano hablaba leonés. O si, hoy por hoy, un ciudadano de La Cabrera se entiende en su dialecto con otro de, pongamos por ejemplo, las hoces de Valdeteja. No. Estamos ante un constructo artificial creado para reforzar una identidad ficticia que pretende, no nos ceguemos, no sólo partir la autonomía sino autodeterminarse de cara al futuro, o si no al tiempo.

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  4. Siempre me he preguntado por qué algunos socialistas defienden con total naturalidad la justicia y la igualdad en cualquier ámbito y, por el contrario, abdican de esos dignos valores cuando se trata de aplicarlos a los ciudadanos de su tierra. ¿Qué ha hecho León, provincia y región, para que esos socialistas la maltraten de esa forma? ¿Qué ha hecho la cultura leonesa, provincial y regional, para sufrir tan contundentes ataques y desdeños? Digo cultura, porque las lenguas y los dialectos y, por extensión cualquier código lingüístico, son objetos naturales, en cuanto medios de comunicación, y también objetos culturales, en cuanto vehículos que forjan y transportan cultura, se produzca tal circunstancia en un periodo histórico u otro. El latín es una lengua muerta (seguro que algunos también lo llaman dialecto, ¿qué más da?), ¿alguien en su sano juicio estaría dispuesto a renunciar oficialmente a su estudio e investigación? Es incontestable que la lengua leonesa, en cualquiera de sus variantes, se habla en muy pocos lugares y tiene una presencia muy limitada (también es verdad que no ha contado con ningún apoyo institucional por parte del nacionalismo centralista vallisoletano, así como de las sumisas y reprobables administraciones leonesas del PP); pero el leonés tiene una nada despreciable presencia en el castellano, puesto que ha influido en esta lengua tanto en su periodo de cohabitación, por su vecindad, como en el proceso progresivo de expansión del castellano. Por todo ello, y porque no nos podemos negar al conocimiento de ninguna lengua ni del caudal de cultura que ha generado durante siglos, he de mostrarme a favor de su investigación, como se hace en mi facultad, y, si fuera necesario, de su aprendizaje por todos aquellos ciudadanos que deseen aprender voluntariamente aspectos del leonés, más allá de su utilidad comunicativa actual, al igual que nadie pone en duda el estudio del griego clásico, por ejemplo, salvo aquellos ignorantes o soberbios que denuestan las humanidades, la historia, la literatura... por considerarlas un atraso, cuando ahí radica el resumen del progreso equilibrado, sano y sabio.
    Decía Javi que todo esto no es más que un capricho leonesista; de algún modo, podría llegarlo a compartir, pero él sabe perfectamente que si en León existen partidos mal llamados nacionalistas no es por las ansias nacionalistas de algunos: aquí nunca habría surgido ningún partido como la UPL, PREPAL o el PAL, por ejemplo, si la histórica región leonesa hubiera obtenido su autonomía con total normalidad como el resto de regiones españolas, conforme a la Constitución que, por otra parte, se está vulnerando flagrantemente. Si en 1983 no se hubiera creado este invento político absolutamente artificial y mezquino que llaman Castilla y León (atentos al absurdo semántico), nunca habría nacido ningún partido para reivindicar lo que la inmensa mayoría de leoneses demandamos democráticamente por las calles de la capital, incluidos fervorosos políticos socialistas y de la extinta Alianza Popular. Y, por supuesto, si la región leonesa hubiera dispuesto desde el principio del proceso autonómico de su administración autonómica, como todas las demás, no se encontraría a la cola de España en todas las estadísticas, siendo la región con los mejores recursos naturales e histórico-culturales. Pero parece que la cacareada justicia socialista solo llega hasta la metrópoli vallisoletana.
    Disculpad por la extensión, pero después de tantas verdades oficiales (lease putrefacta y fascista manipulación política desde los centros del poder de este absurdo y mentiroso ente autonómico), comprenderán los amantes del equilibrio y de la equidad que uno no pueda menos que explayarse.
    ¡Un saludo!

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  5. Hola.
    Perdona por no contestar un mes. Estoy ocupado con la matricula y etc.

    A decir verdad, no conozco muy bien la cultura leona y la situacion actual de los leones. Entonces, aunque no podemos comparar con la otra comunidad autonoma en Espanha, ahora estoy en Santiago de Compostela y estudio gallego en la Universidad de Santiago. Y he oido que en las instituciones tambien se aprende gallego. Lo cierto es que los jovenes no hablan gallego y a unos no les gusta hablarlo porque es un poco dificil de entender la gramatica. Pero, desde el punto de vista de un extranjero, puedo conocer mas gente y la cultura gallega a traves de aprender gallego.

    Algun dia me gustaria visitar a Valencia de Don Juan otra vez!!
    Un saludo y ata loguinho.

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  6. Siempre he pensado que las cosas claras y por su nombre son las mejores. Por partes:

    1: Siendo pragmáticos en cuestiones lingüísticas, unas lenguas mueren para que otras vivan. Eso es la ley fundamental, por eso leones murio o desapareció, al igual que el castellano/español. !Huy, que error!, si no ha desaparecido. Puesto que se crearon unas reales academias de la lengua que permiten su obligada continuidad. Dichas instituciones y gobiernos nos respaldan frente a nuestro futuro lingüístico. Ni mas ni menos que la lengua que mas se use en ese momento ¿Cual es pues dicha elección pragmática de entendimiento entre todos los hombres y mujeres del planeta? Yes, of course.

    2. El nacionalismo es una cosa y el regionalismo es otra. Se intenta vender que es lo mismo, porque así parece que lucha contra todos, cuando solo se enfrenta contra los que tenemos al "este territorial" de la actual comunidad autónoma. Por tanto, hablando con propiedad, serian partidos regionalistas, autonómicos o comunitarios, NUNCA NACIONALISTAS y menos aun INDEPENDENTISTAS.

    3.Por ultimo, y entrando en lo sociológico: "lo que nos diferencia nos une, y lo que nos une nos diferencia" Esto se aplica a todo y a todos: los nombres de personas, los apellidos, los grupos, las asociaciones, los territorios, los partidos, las lenguas, los colores, los trajes, el pelo, la piel, las ideologías, los países, las culturas, etc. No estoy a favor ni en contra, sino simplemente indico que es como funciona la psique humana. A través de este sistema se obtienen buenos y malos resultados, pero siempre fue, es y será así.

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  7. Un saludo, lector anónimo:

    Primeramente, es procedente agradecerte tu participación en nuestro blog, porque eso implica que tienes un punto de vista propio, y eso es consecuencia de que utilizas el cerebro y dedicas unas interconexiones neuronales a estos temas que a todos nos atañen y nos construyen en alguna medida.
    Comentaré los tres puntos que has decidido plasmar:
    Respecto al primero, estoy de acuerdo contigo en que unas lenguas mueren y otras viven e, incluso, en que unas mueren para que otras vivan. Pero eso no es óbice para que las lenguas muertas o poco habladas, como es el caso del leonés, no puedan ser objeto de estudio e investigación por parte de filólogos, historiadores de la lengua o lingüístas diacrónicos, literatos o cualquier persona interesada en la lengua o en aumentar su cultura y conocimientos. Evidentemente, la lengua es un instrumento de comunicación -el principal-, pero también es un objeto cultural. En la actualidad, salvo en el Vaticano, nadie se comunica a través del latín, por ejemplo, y obviar su existencia o despreciar su conocimiento y estudio es una actitud propia de convencidos y contumaces ignorantes. Lo mismo acaece con el leonés o cualquiera de las lenguas y dialectos que forman parte de nuestro patrimonio cultural o que, como el caso de la lengua leonesa, integran la estructura léxica del español.
    En cuanto al segundo punto, comparto enteramente sus palabras. Calificar al leonesismo de nacionalismo solo puede deberse al desconocimiento o a la mala fe. Los movimientos y ciudadanos leones que están en favor de la autonomía leonesa, tengamos la ideología que tengamos, no somos nacionalistas en general. Podrá haber algunos individuos o sectores muy reducidos que cometan o alienten prácticas filonacioalistas, pero unas manzanas podridas no pueden desmerecer a todo el cesto. Las personas que estamos a favor de que León (y Castilla la Vieja) disponga de una autonomía, como las demás, podremos ser, en todo caso, regionalistas, puesto que consideramos que un grupo de políticos indignos hurtaron a la región leonesa la autonomía que la correspondía en pie de igualdad con el resto de regiones españolas, ocultando al mismo tiempo el carácter regional de León. Por ello, sí sería lícito calificarnos de regionalistas, en tanto que luchamos para que la región leonesa no sea pisoteada y negada, y para que sea considera como tal.
    Y, por último, su tercer punto me resulta algo impreciso; no entiendo muy bien lo que pretendes transmitir con exactitud; pido disculpas por ello. En mi interpretación, también estaría de acuerdo con usted. Claro que lo que nos une nos diferencia y viceversa, pero lo que nos une o nos diferencia en nigún caso puede discriminar. Y desde 1983, la región leonesa y la región castellana vecina están siendo discriminadas puesto que no cuentan con una administración autonómica como el resto de regiones de nuestra nación. Evidentemente, solo e queja una de ellas, León, porque a Castilla le ha venido esta invención artificial de "Castilla y León" como agua de mayo, mientras que León se ha empobrecido y se ha visto humillada.
    Le animo a que siga pensando y ofreciéndonos sus pareceres y posturas. Serán bienvenidos y susceptibles de toda nuestra gratitud.

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