martes, 11 de septiembre de 2007

Cohesionando España

Cómo vertebrar un país desde el Estado

Leemos el siguiente titular en la página web de la CADENA SER.

"[El Ministerio de] Sanidad propone que los niños entre 7 y 15 años tengan dentista gratis"

La noticia continúa del siguiente modo:

"El Ministerio de Sanidad y Consumo propondrá a las Comunidades Autónomas la suscripción de convenios voluntarios para extender un plan de salud bucodental gratuito para niños de entre 7 y 15 años que incluye revisiones anuales, tratamientos especiales, empastes, extracción o limpiezas de boca. El plan se pondrá en marcha de forma progresiva y los beneficiarios alcanzarían los cuatro millones de chicos entre 7 y 15 años."

Simultáneamente, el cuestionado líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, afirmaba, en el momento en el que era proclamado candidato a la presidencia del Gobierno, lo que sigue:

"Zapatero no tiene una idea de España, para él, la nación es un concepto discutido y discutible. Yo siento España desde Melilla hasta Ferrol"

No es éste el momento de aventurarse a adivinar en qué funesto episodio de julio de 1936 estaba pensando el líder popular para citar ambas ciudades. Lo que sí es necesario es contraponer la agenda política del gobierno con la de la oposición. Esta última sigue estancada en el plano sentimental y, por consiguiente, en la inveterada idea del Estado-nación. Éste, afortunadamente, ha quedado superado por el fenómeno que ha venido en denominarse globalización. La necesaria integración regional (la Unión Europea como acertado paradigma), la interdependencia económica, el pluralismo social y cultural congénito a cualquier comunidad (fruto, entre otros factores, de las migraciones al Norte desde el Sur) han superado la lógica nacional que respondía a la siguiente ecuación: "cada nación tiene derecho a su propio Estado y, lógicamente, cada Estado sólo puede albergar una nación". De este modo, el mundo quedaba configurado en naciones sin Estado, que vindicaban su derecho de autodeterminación y los homogéneos Estados-nación. Sbrenica es un ejemplo de cuál es el resultado.

Tan obsoleto e irracional es el discurso de Rajoy como el de Carod-Rovira: "Cataluña en el 2014 deberá decidir si se autodetermina o no". Por el contrario, el Gobierno de Zapatero, ajeno a la banda sonora de la derecha española, el tan cacareado "España se rompe" sigue apostando por políticas sociales que beneficiarán a millones de personas como la gratuidad de la atención bucodental.

Y es que, en efecto, las políticas públicas se diseñan e implementan desde las diversas administraciones e instituciones del Estado. Sea éste federal o centralizado; plurinacional o uninacional. Y teniendo en cuenta que la izquierda es deudora de la Ilustración, y nuestra fe en el progreso es inequívoca, el estólido debate sobre las banderas, los himnos y las pasiones lo deben mantener únicamente las distintas fuerzas conservadoras de España en la medida en que lo sigan siendo: Esquerra Republicana de Cataluña, Bloque Nacionalista Galego, Partido Nacionalista Vasco y, entre otras, el Partido Popular.

Jorge Mateos Álvarez

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