viernes, 7 de noviembre de 2008

Discurso de Felipe González, el 28 de octubre de 1982, como Presidente del Gobierno

Analogía del 28-0 con el 4-N

"Esta victoria, que será oficial una vez sancionada por las Juntas Electorales Provinciales y la Junta Central Electoral, hace recaer sobre el partido socialista el honroso deber de dirigir el Gobierno de la Nación durante los próximos cuatro años".

"Estarnos dispuestos y preparados para asumir la responsabilidad que el pueblo español nos ha confiado. Desde este mismo instante, quiero hacer un llamamiento a las fuerzas políticas, a las instituciones, a las comunidades autónomas, a las diputaciones, a los ayuntamientos, a los sindicatos, a las organizaciones empresariales, a los medios de comunicación y, en fin, a todos los sectores de la vida nacional, para que se sientan integrados y presten su apoyo participativo en la tarea común de consolidar definitivamente la democracia en España, superar la crisis económica y concluir la construcción del Estado de las Autonomías. Todos ellos encontrarán por nuestra parte una actitud de diálogo y de cooperación para avanzar en la solución de los problemas de nuestra Patria, de acuerdo con los intereses y las aspiraciones de la mayoría de los españoles".

"Ningún ciudadano debe sentirse ajeno a la hermosa labor de modernización, de progreso y de solidaridad que hemos de realizar entre todos. La colaboración de cada español, dentro de su ámbito, es imprescindible, para lograr el objetivo de sacar a España adelante. Asimismo es necesario el esfuerzo de todos los funcionarios civiles, militares y fuerzas de orden público, cuya labor al servicio del pueblo y en pro de los intereses generales es fundamental y necesaria".

"Reiteramos asimismo nuestro propósito de actuar internacionalmente en defensa de los intereses de España, por la paz entre las naciones, por la distensión y el diálogo y por la libertad de los pueblos que sufren violaciones de los derechos hurnanos".

"Nos reafirmamos también en la indeclinable aspiración de reintegrar Gibraltar a la soberanía nacional. Me permitirán también un recuerdo emocionado a la comunidad iberoamericana. La Constitución española, aprobada por el pueblo y sancionada por el Rey en 1978, ha funcionado correctamente, facilitando la alternancia en el poder, que es uno de los principios esenciales de la democracia. Por ello, por encima del ánimo que pueda embargar a cada uno, cabe decir con satisfacción que se han celebrado con limpieza las terceras elecciones generales. Y con ello, quien gana más que un partido concreto es la democracia y el pueblo español".

"Quiero esta noche hacer también un llamamiento a todo el pueblo español. Llamamiento a la serenidad, llamamiento a continuar con ese magnífico ejemplo que el día 28 se dio ante las urnas. Llamamiento a la serenidad, tanto más necesaria en estos momentos para evitar cualquier tipo de equívoco, cualquier tipo de provocación. Tenemos un gran pueblo, el pueblo español, que se merece todo nuestro sacrificio".

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