martes, 3 de febrero de 2009

Falseamiento de la historia de León en las aulas

Manipulación de las conciencias de los más débiles

Aquí tenemos una muestra más de la indecencia y la miseria moral con la que actúan los agentes de "Castilla y León". Los naZionalistas que pretenden imponer una falsa realidad para ocultar y asesinar otra históricamente existente (la región leonesa) no escatiman medios para lograr su infame objetivo. No tienen ningún reparo en falsificar la historia para ponerla al servicio de sus indignos intereses políticos; no tienen el más mínimo cosquilleo en su conciencia por valerse de mentiras e infundios; y, lo más grave y repugnante, no sienten ningún pesar ni arrepentimiento por manipular a los más débiles de la sociedad: los niños y adolescentes; por moldear sus conciencias a su burda medida; por edificarles, con el dinero de todos los contribuyentes, una percepción del mundo tendenciosa y orientada a ir asentando paulatinamente en sus cabezas una concepción falaz de la realidad: la existencia de "Castilla y León" como entidad regional e históricamente desarrollada. 

Estos miserables "castellano-leonesistas" son muy conscientes de que en las siguientes décadas habrá cada vez menos ciudadanos críticos que denuncien sus barbaridades y se opongan al engaño que supone la invención artificial de "Castilla y León" por intereses particulares: ya se están encargando ahora en los colegios e institutos de esta despreciable comunidad autónoma de eliminar conciencias que piensen, conozcan la realidad de lo acaecido y, en consecuencia, se manifiesten en contra de la imposición naZionalista de "Castilla y León".

Por el momento, no todos los ciudadanos, y no todos los socialistas, somos corresponsables o, al menos, cómplices de esta barbaridad, de esta sucia manipulación de las conciencias de los más débiles: de momento, no pueden quitarnos el pensamiento y la palabra.

"No aparecen mencionadas las primeras Cortes de 1188 ni la cultura específicamente leonesa

Los libros de la ESO «ventilan» el Reino de León en sólo dos líneas

Vuelven a incurrir en numerosas incorrecciones, como que el Padre Isla era «segoviano»

Los alumnos leoneses de Secundaria aprenden que el padre Isla era «segoviano», que fue Ordoño II quien trasladó la capital del reino de Oviedo a León, que su Catedral se encuadra dentro del «gótico castellano», que la capital de la comunidad es Valladolid... es decir, que han de conocer por otros medios que el padre Isla era del pueblo leonés de Vidanes, que en realidad fue el rey García I el que trasladó la capitalidad a León o que, hasta el momento, no se ha dictado en esta autonomía ley de capitalidad alguna.

Eso por no hablar de cómo se ventilan en dos líneas los más de trescientos años de historia del reino de León como entidad política independiente (y bastantes siglos más como reino con entidad propia dentro de otra Corona más amplia): «Con Alfonso III, la frontera llegó hasta el Duero; su sucesor, Ordoño II, trasladó la capital a León, dando lugar al reino de León» (Geografía e Historia, 2º ESO, ed. Anaya); más tarde, hablando de Sancho III, dice que, «tras su muerte (1035), dividió el reino entre sus hijos, y Castilla se convirtió en un reino independiente con Fernando I. Éste derrotó al rey de León (1037) y constituyó el reino de Castilla y León». Y no se menciona nada más sobre el tema.
Llueve sobre mojado

Después de que en el año 2006 la asociación Plataforma Pro Identidad detectara en los libros de texto que emplean los escolares leoneses de Secundaria numerosos errores e inexactitudes relacionadas con esta tierra -”el caso fue denunciado por el Diario en repetidas ocasiones-”, y de que el año pasado se volvieran a encontrar en algunos libros -”en otros ya se habían corregido o matizado-”, la asociación ha revisado ahora todos los textos actuales con ayuda de un historiador.

El resultado es un informe que se enviará al Procurador del Común, algo que ya se hizo hace tres años consiguiendo que el defensor del pueblo autonómico solicitara a los poderes públicos, de manera oficial, que subsanaran los errores y tuviesen cuidado con la terminología, puesto que en esta comunidad conviven dos identidades diferenciadas, la leonesa y la castellana.

En este completo informe están indicados tanto los títulos de los libros como la editorial y los diferentes errores y ambigüedades en los que incurren: una de las más extendidas consiste en retrotraer constantemente la historia de la actual autonomía (que tiene sólo 26 años de vida, antes existían las regiones de León y Castilla la Vieja) hasta tiempos prehistóricos con el fin de «fijar» en la mente de los jóvenes la existencia de Castilla y León como entidad política, social o cultural. De este modo se llega a aseveraciones tan extrañas como los ejercicios que dicen: «Anota cuándo comenzó cada etapa de la Prehistoria en nuestra comunidad» o «¿Cuáles fueron los principales pueblos prerromanos que vivieron en Castilla y León?» (Geografía e Historia, 1º ESO, Anaya).

En éste como en todos los demás libros, el uso de la palabra «región» para referirse a las autonomía es general y repetido una y otra vez, según señalan fuentes de la citada asociación, quienes también denuncian cómo en varios casos se reduce el nombre a «Castilla», sin más.

No obstante, en algunos pasajes que tratan temas históricos sí se emplea el término, quizá más aceptable, de «la actual» comunidad («¿Cuándo llegaron los cartagineses a la actual Castilla y León»?). Y es que el hecho de retrotraer fronteras actuales a épocas prehistóricas no lo hacen los historiadores, de forma general, ni con el propio nombre del país (prefiriendo las referencias a Hispania o la península Ibérica).

Además, no se encuentra mención alguna a las primeras Cortes de Europa, las de León de 1188, al leonés como idioma y casi nada a los astures como pueblo prerromano que ocupaba estas tierras antes de Roma. El uso del gentilicio castellano-leonés , muy rechazado a nivel popular, está asimismo muy extendido en estos manuales. Tampoco se habla, por ejemplo, del Consejo Soberano de Asturias y León pero sí hay varias referencias al «regionalismo castellano».

«En Castilla y León el Neolítico llegó con retraso». «Los romanos construyeron la primera red de calzadas de Castilla y León». (Geografía, 1º ESO, SM). «En cuanto a la superficie forestal, Castilla es una de las regiones con un aprovechamiento mayor» (Geografía e Historia, 1º ESO, Bruño).

Y hablando del gótico en general, con una foto de la Catedral de León, «el gótico castellano siguió el modelo de las grandes catedrales francesas» (Geografía e Historia, 2º ESO, Anaya), son otras de las joyas de libros donde lo específicamente regional leonés brilla por su ausencia." Diario de León, 1 de febrero de 2009. Emilio Gancedo.

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