sábado, 27 de octubre de 2007

Mª Teresa Fernández de la Vega

La misión de la izquierda

El periodista Juan José Millás publica en El País Semanal el pasado domingo una entrevista en profundidad con la Vicepresidenta del Gobierno de España, María Teresa Fernández de la Vega. Dejando aparte el lado más íntimo de la misma, transcribimos la parte ideológica:

"Le iba a pedir precisamente que señalara cuatro o cinco leyes o acciones de este Gobierno de las que se sienta especialmente satisfecha. Bueno, yo la mayor emoción que tuve, la mayor de todas, fue la primera: la retirada de las tropas de Irak. En ese momento me dije: "Qué Gobierno, qué presidente. Promete y cumple desde el primer día la voluntad de los ciudadanos". No olvidaré esa tarde en mi vida. Luego he tenido muchos momentos de satisfacción al ver las cosas que hacíamos en el ámbito legislativo: la Ley de Violencia de Género, que era muy compleja; o el día que aprobamos la Ley de Igualdad, que es revolucionaria; o la de Dependencia, que va a permitir a muchas personas que no han tenido autonomía ser dueñas de su destino. Me emocioné mucho también el día en el que al salir del Congreso me encontré a todas las asociaciones de sordos, que llevaban siglos esperando que se aprobara la ley por la que se reconoce la lengua de signos. Yo creo que uno de los ejes de un gobierno de izquierdas es el reconocimiento y la ampliación de derechos. Eso forma parte de los nuevos valores de la izquierda.

Precisamente le iba a preguntar en qué consiste, hoy, ser de izquierdas.

En defender valores tan concretos como la solidaridad y la justicia social. Consiste en hacer que los países crezcan económicamente, pero también en hacer partícipes de los beneficios de esa riqueza al mayor número posible de ciudadanos. Consiste en hacer que los derechos humanos, cuyo reconocimiento es ya universal, sean una realidad universal. Consiste en que las oportunidades, al igual que los derechos, sean también universales. Consiste en desterrar la idea de que la injusticia es una cuestión de mala suerte. Los millones de hombres y mujeres que padecen miseria no tienen mala suerte, son víctimas de una situación injusta. Y la justicia es un asunto de hombres y mujeres que creen en la igualdad esencial de todas las personas, que creen que todos tenemos el mismo derecho a ser dueños de nuestra vida, con independencia de la raza, de la religión, del lugar de nacimiento o del sexo.

Dígame entonces cuáles serían los principales retos de esa izquierda. Tienen mucho que ver con el tiempo que vivimos, un tiempo globalizado en el que compartimos riesgos planetarios, pero no soluciones planetarias. El mejor ejemplo de lo que digo es el calentamiento global: afecta a todo el planeta, pero no todo el planeta está dispuesto a abordarlo con los mismos tiempos, ritmos y soluciones. Hoy, a diferencia de otras etapas en la historia de la humanidad, vivimos un tiempo único: el que nos brinda la telecomunicación. Todo el mundo bombea sangre al mismo tiempo gracias a la técnica. Pues bien, yo creo que el gran reto de la izquierda es que bombee también ética. Igual que la tecnología nos permite exportar ciencia, tenemos que ser capaces de exportar valores. El gran reto está en ser capaces de forjar una auténtica ciudadanía mundial."

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