viernes, 26 de octubre de 2007

Rajoy, la planta de Acciona, las opas y la fábula del manatí patriota

Corrientes submarinas

El gran océano estaba divido en más de 190 países y éstos se agrupaban según la posición que ocupasen dentro del todo en regiones. Los habitantes marinos eran de múltiples especies, pero los que más habían prósperado marítima y económicamente se encontraban en la parte septentrional del océano.

Un pequeño país, en el que pululaban unos 40 millones de animales acuáticos, llamada Aquaspaña, tenía una gran empresa energética, Aquandesa. Ésta otorgaba pingües beneficios a los pulpos que la regían. Fue entonces cuando Agua Natural, empresa también aquaspañola, gestionada por los caballitos de mar, decidió lanzar una opa hostil sobre Aquandesa. Inmediatemente, los tiburones de Aquamania que gestionaban la empresa Aqua.ON, se apresuraron a opar la tan codiciada empresa.

En el Parlamento de Aquaspaña, la clase política se dividió. La izquierda en el gobierno, conformada mayoritariamente por los delfines, prefería que una empresa aquaspañola siguiera gestionando Aquandesa ya que era una empresa con gran influencia en Aqua Latina. El manatí, líder de la oposición, flanqueado por el pez espada y el pez martillo (Aquebes y Aquaplana respectivamente o viceversa) atacaron furibundamente al delfín Zaqueatero porque, cuando Agua Natural desistió de la opa, acudió a Aquacciona para que junto a una empresa italiana se hiceran con el control de Aquandesa. El patriota manatí, que proclamaría posteriormente el día del Oleaje nacional su orgullo de ser aquañol, apoyaba entusiastamente la opa de la empresa alemana Aqua.ON.

Un año después, controlando Aquacciona la empresa Aquandesa, con la oposición del manatí Raquajoy, en un pueblecito de Aquaspaña de 5000 habitantes, cuyo alcalde era un tiburón de aparencia afable, famoso por sus disputas con su jefa la Aquarrasco y militante del mismo partido que el manatí Raquajoy, se prevé instalar una planta de aquamasa, como complemento a la que en Aquabares, gracias a la iniciativa del delfín Zaquatero, se está instalando. El tiburón, sin ruborizarse, se arroga todo el mérito de que la planta de aquamasa se instale en Aquencia de Don Juan.

¿Qué moraleja podemos extraer del tiburón? Cuidado con las personas de aparencia afable, en el fondo pueden ser voraces.

¿Y del manatí? "El patriotismo es el último refugio de los canallas." Samuel Johnson.

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