lunes, 15 de octubre de 2007

Tribuna acerca de Juan Martínez Majo

Trayectoria "brillante", actuación "poco correcta"

Ayer domingo, en el Diario de León, Andrés Mures Quintana, fiel esbirro de la Presidenta de la Diputación (Isabel Carrasco), escribía una iracunda triubuna contra nuestro alcalde Juan Martínez Majo, enmarcada dentro del debate interno que se está produciendo en el PP a nivel provincial:

"(...) Después de la dura refriega que sirvió de antecedente a la definitiva denominación y posterior proclamación de la señora Carrasco como presidenta del «ayuntamiento de ayuntamientos», como a ella le gusta decir, parecía que las aguas habían encontrado definitivamente el cauce adecuado, y que la acción política del Partido Popular en la Diputación comenzaba a adquirir signos de normalidad, tan necesarios por otra parte para la eficaz labor de gestión. Sin embargo, se ve que el gusano sigue dentro de la manzana y de esta suerte, en vísperas veraniegas, el alcalde de Valencia de Don Juan, líder de la facción enfrentada a la presidenta hasta su definitiva proclamación, volvió por sus fueros.
Juan Martínez Majo es un político de brillante carrera que ha demostrado seriedad y eficacia a lo largo de los últimos años. No sólo al frente del ayuntamiento de Valencia de Don Juan, sino en sus responsabilidades como vicepresidente de la Diputación Provincial. Su pugna con Isabel Carrasco tuvo rasgos de valentía y temeridad a partes iguales. Se hace acreedora de perdón la osadía de su enfrentamiento a la que ya era candidata oficial del partido. Lo que ya reviste síntomas de notable gravedad son las declaraciones recientes con las que el señor Majo se despachó en un medio de comunicación local y en las que se postuló nuevamente como posible candidato a presidente provincial de partido.
El señor Majo se ha caracterizado a lo largo de todo su periplo político por la prudencia y la seriedad, pero en los últimos tiempos esa imagen de sensatez se ha ido paulatinamente diluyendo. Su apuesta política por alcanzar el sillón del Palacio de los Guzmanes fue legítima pero poco correcta. Hinchó el pecho un par de días antes del recuento de votos vendiendo la piel de la Presidenta provincial del partido. En un ejercicio de funambulismo impropio de su persona, se rindió a cantos de sirena envenenados provenientes de un entorno cercano, donde hay cataduras morales que levantan sospechas nada infundadas. Sé positivamente, porque ya son muchos años jugando en la cancha política, que la señora presidenta, dueña de un carácter poco previsible, pero dotada de una inteligencia natural y de una perspicacia más que notables, es plenamente consciente de que el señor Martínez Majo tiene violines desafinados cercanos a sus orejas que le están jugando malas pasadas. Estas circunstancias pueden colocar al alcalde de Valencia de Don Juan en un brete difícil, susceptible de hacerle perder en un santiamén la mayor parte del rédito político acumulado en estos años. Él sabe perfectamente que doña Isabel es adversario de cuidado. La señora, con mil batallas en su hoja de servicios, no se anda con remilgos a la hora de separar el grano de la paja. Conociendo al personaje -lo digo por ella- es fácil imaginar que va a dar un vuelco espectacular a la Diputación Provincial. Personalmente tengo el convencimiento de que va a lograr los objetivos propuestos. (...)"

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