lunes, 7 de abril de 2008

Leído este fin de semana

Bachellet, Eguiguren y Gallardón

"Un nuevo progresismo"

"(...) El nuevo progresismo es continuador de una buena historia. Los tradicionales valores del centroizquierda -la libertad, la igualdad, la solidaridad, los derechos humanos, la paz- fueron acertadamente transformados en un cuerpo de ideas y estilos políticos a mediados de los años noventa y llevados al poder con singular éxito.

Quienes hoy tomamos el bastón de relevo, nos vemos beneficiados con los mitos que aquellas administraciones lograron derribar: los progresistas podemos gobernar eficientemente en la era de la globalización, los progresistas no tenemos que rendir credenciales de buen manejo económico a nadie. Por el contrario, bajo gobiernos progresistas se generó un ciclo de prosperidad y dinamismo económico en diversos países.

Por eso, los progresistas estamos llamados hoy a hacer aún más explícita nuestra vocación igualitaria. Estamos llamados a hacer más visible nuestra pasión por los temas de siempre, por la equidad, por la justicia social.

Los progresistas también debemos hacernos cargo de los nuevos temas y más que antes, debemos enfrentarlos con mayor coordinación entre Estados. Sólo es posible abordar los grandes problemas de la humanidad en este nuevo siglo si fortalecemos la acción multilateral. El cambio climático, la energía, la pobreza, las pandemias, las migraciones, el crimen organizado, entre tantos otros, son todos temas que demandan sofisticados esfuerzos de acción colectiva a nivel planetario. Y está en nosotros, los progresistas, encabezar dicho esfuerzo, en lo que algunos llaman la cosmopolítica. (...)" Michelle Bachellet, presidenta de Chile (El País, 04/04/08)

Jesús Eguiguren, interlocutor del Gobierno de España en el 'proceso de paz'

"(...) P. El PP dice que ETA está reforzada tras la tregua.

R. Es como decir que un jugador que ha pasado una temporada sin jugar está más fuerte. Está más desentrenado. ETA sabe que ha perdido una oportunidad histórica, y lo está discutiendo. También sabe que la Guardia Civil no ha estado de brazos cruzados durante la tregua.

P. ¿Puede repetirse otro proceso así?

R. El Gobierno, los partidos y la sociedad han escarmentado. Hay una premisa y es que el adiós a las armas de ETA debe ser definitivo y demostrado con los hechos. Pero, además, se han quemado una serie de instrumentos, las dos mesas, etcétera. Un proceso así está superado.

P. ¿Qué van a hacer ahora?

R. Resistir, a sabiendas de que ETA ha perdido la batalla. Sabe que la Constitución no va a cambiar por la presión armada y que tampoco pueden aniquilar a un pueblo. Tenemos que lograr que desistan por la presión social y el Estado de derecho.

P. ¿Cree que han perdido apoyos tras el proceso?

R. Han salido malparados. Tienen dudas sobre lo que están haciendo y en Navarra está claro que han perdido terreno. Pero el mundo de la izquierda abertzale es el de una comunidad cerrada e impermeable.

P. ¿ETA acabará esta legislatura?

R. Estoy convencido de que esta legislatura veremos el final. Las cosas no son eternas. ETA nació en un momento, se desarrolló en determinadas circunstancias, que ya no se dan. Cuentan con un fuerte rechazo en Euskadi. Está el terrorismo internacional y su propio agotamiento. Estamos en la fase final, aunque no sé cómo va a acabar. (...)" (Entrevista en El País, 6/4/08)

Gallardón y su calvario mediático

"(...) ¿El PP inicia esta legislatura con la voluntad de ser una verdadera opción de centro?

El PP lo que quiere es encontrarse con la mayoría natural de los españoles, que es el centro. De cara a los próximos cuatro años, podemos seguir dos estrategias. Una es confiar en que se vuelva a dividir el voto de la izquierda y nosotros, con nuestros diez millones de votos, recuperemos la mayoría. A mí no me parece que esa sea una estrategia inteligente. La otra es seguir creciendo y avanzando en el centro político para ser la opción mayoritaria.

¿Podrán hacerlo con las críticas que están recibiendo por parte de la derecha mediática?

Además de que sería injusto meter en un solo paquete a la derecha mediática, porque no es uno, sino que son muchos los periódicos cercanos a la ideología de centroderecha, una de las cosas más importantes que se han producido en el partido en los últimos tiempos ha sido la declaración de independencia que hizo Mariano Rajoy cuando dijo que adoptaba sus decisiones fuera cual fuera la opinión de los medios, incluso públicos -lo dijo expresamente-, que intentaban condicionar las decisiones del partido. Marcó un punto de inflexión de cara a los nuevos tiempos que arrancan en junio con nuestro congreso.

El pasado domingo, el director de ´El Mundo´ le pedía que retirara la querella contra Jiménez Losantos en pos de la libertad de expresión.

En ese artículo decía algo que era cierto: me lo ha pedido seis veces en privado y ahora me lo pedía en público. Las seis veces anteriores le he dicho que no y esta vez, evidentemente, no voy a cambiar de opinión. La dignidad en política, en la vida, tiene que estar por encima de los intereses políticos. Y a mí me importa mucho más poder mirar con orgullo a los ojos de mis hijos que obtener o perder un apoyo político.

¿Conoce los motivos de la acritud que le dispensa un amplio sector de su partido?

No siento que nadie del partido tenga esa mala relación conmigo. Mis confrontaciones han sido mediáticas, no con compañeros.

¿Ni con Esperanza Aguirre?

Es evidente que dentro del PP hay personas que se identifican con discursos más conservadores y otras que nos identificamos con discursos más centrados.

Hace un mes escaso se declaraba triste y decepcionado, a punto de abandonar su carrera política.

Es verdad que he pasado momentos muy malos, pero he tenido la suerte de ganar cuatro elecciones consecutivas por mayoría absoluta en Madrid, cada una con más apoyo que la anterior, y al final, a un político se le tiene que juzgar por esto. No me gustan los que se quejan, este es un oficio voluntario. ¿Que tiene sinsabores? Por supuesto. ¿Y que muchas veces te duele el estómago? Pues también es cierto.

Le han llamado "submarino de Polanco", "criptosocialista".

Nada comparado con que desde la emisora episcopal me llamaran "hijo de Satanás", y comprenderá que lo que tengo que hacer es valorarlo en su justa medida y mirar hacia delante. (...)" Entrevista en La Vanguardia, 6/4/08

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