domingo, 19 de octubre de 2008

Aclaraciones sobre la protección arqueológica del solar de la plaza Santo Domingo (II)


El Castro Coviacense

Uno de los yacimientos protegidos en el PGOU se denomina “Castro Coviacense” y engloba, para entendernos, todo lo que es el castillo, el Jardín de los Patos, el complejo de los Agustinos, y varias calles con sus correspondientes viviendas y solares, estando sus límites marcados por la avenida de Asturias, la calle de La Victoria, la plaza de Santa María y la calle de San Agustín, hasta el Cubarro.

Conocido era que, desde hace varios años, una constructora coyantina había adquirido el solar delimitado por las calles Pérez Galdós y Barrionuevo, haciendo frente con la plaza Santo Domingo y el edificio de los Agustinos. Solar que había sido cedido temporalmente como aparcamiento público pero que, tarde o temprano, sería edificado, puesto que el Ayuntamiento no puso interés en adquirirlo, como hubiese sido lo lógico por su utilidad pública en pleno centro de la localidad.

A principios de este año la constructora solicitó las licencias de construcción sobre el solar, y tanto el Ayuntamiento como la Junta de Castilla y León se las otorgaron sin poner más requisitos que ciertos elementos estéticos de la fachada. Se saltaron la propia norma que ellos mismos habían aprobado: autorizaron la destrucción del yacimiento.

Ante el inminente inicio de las obras, pero con anterioridad a ellas (1 de julio), me vi en la obligación de solicitar la preservación del yacimiento arqueológico ante la propia Junta de Castilla y León. Mi obligación era doble: la primera como profesional historiador (aunque ningún beneficio económico obtengo de ello y sí perjuicios personales por enemistades) y la segunda como coyantino, amante y defensor de todo lo que tenga que ver con nuestro patrimonio histórico, artístico y cultural.

No recibí respuesta alguna a mi escrito y, sorprendentemente, las obras dieron inicio el 8 de julio, comenzando la destrucción de los estratos superficiales del yacimiento. ¿Qué hacer? Mis experiencias pasadas demostraban lo fallido que era continuar por la vía administrativa, así que lo que hice, sencillamente, fue un llamamiento a los medios de comunicación. Nada más efectivo. Cuando las radios y los diarios difundieron la ilegalidad que se estaba cometiendo y el atentado contra nuestro patrimonio, la Junta y el Ayuntamiento tuvieron que dar marcha atrás, paralizaron la obra y exigieron la realización de las excavaciones.
Javier Revilla Casado.

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