viernes, 13 de junio de 2008

La concejala, el hijo y él mismo

Ibarrola y Aristóteles

Aristóteles fue el primer filósofo en crear una tipología de regímenes políticos. Los gobiernos podían ser buenos o malos y la toma de decisiones recaería en muchas, en pocas o en una sola persona. Si muchas personas gobernaban mal estábamos ante una democracia, que por aquel entonces tenía un sentido peyorativo.

Aristóteles exponía una alambicada teoría mediante la cual las gobiernos democráticos devenían ineluctablemente en tiranías.

Volviendo al presente, ayer leíamos la siguiente crónica en el decano de la prensa leonesa:

"Nunca he visto algo así"
Diario de León, 12 de junio de 2008, pág. 28

"|Análisis| |Y al final, lío|

El portavoz del PSOE, Marcelo Álvarez, pide la dimisión del alcalde al que acusa de cometer irregularidades y éste le responde que, si lo cree oportuno, presente una moción de censura

El pleno del martes en Villademor transcurrió con normalidad hasta el punto final. De hecho, todo se había aprobado por unanimidad. Fue entonces cuando el portavoz socialista, Marcelo Álvarez, pidió la dimisión del alcalde, Carlos Ibarrola, «ante las irregularidades que se están detectando. Es la primera vez que veo que se contrata a una concejala como administrativa, que un alcalde da cursos de informática en el ayuntamiento y contrata a su hijo para las piscinas sin hacer ninguna prueba de selección». El regidor le respondió que si lo creía oportuno, presentase una moción de censura. Previamente había explicado cada una de los puntos de los que se le acusaba. Afirmó que el 27 de marzo «nos quedamos sin secretaria inesperadamente. Entonces buscamos una compartida con otro ayuntamiento. Se contactó con la de Gordoncillo y se quedó con que viniera unas horas 2 días a la semana. Nos dijo que en la situación en que estaba el ayuntamiento era insuficiente y que necesitaba ayuda. Pensamos que Nuria Ámez (concejala-tesorera del PP entonces) podía ser adecuada. Me presentó la dimisión el 6 de abril y el 7 empezó a trabajar»."
Uno queda estupefacto al leer la réplica del alcalde -"si lo cree oportuno, presente una moción de censura"-, cuando el portavoz socialista le recuerda que contrató a una concejala de su equipo de gobierno como auxiliar administrativo, a su hijo como socorrista y a él mismo como profesor de informática. ¡Qué improbidad!

Si Aristóteles fuera un coterráneo de la vega del Esla no dudaría en afirmar que la democracia "villamoreja" camina inexorablemente hacia una suerte de tiranía.

En cualquier caso, la teoría del sultán que aquí esbozamos no solo no se desvanece sino que cada vez queda más evidenciada.

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